Daughter Of The War. [Steve Rogers]

23. Intentaba lo imposible.

Lea cayó sobre el pasillo causando un fuerte ruido, pero eso no evitó que volviera a levantarse. Un par de gotas sobre el suelo la hicieron consciente de que no dejaba de llorar, y limpió su rostro con fuerza.

No podía crear portales correctamente, así que comenzó a correr los pocos metros que la separaban de la enfermería.

No estaba segura de cuál era la habitación, pero se dirigió a la puerta donde veía una enfermera salir.

Antes de poder ingresar, Tony apareció desde el otro lado del pasillo. Ambos detuvieron sus pasos al verse y Lea sin pensarlo, corrió hasta él, empujándolo con tanta fuerza, que lo hizo caer contra el suelo soltando todo el aire de sus pulmones.

—¿qué fue lo que hiciste, Stark?— preguntó con ira en su voz.

Sabía que había sido él, porque sabía que Tony iría detrás de Steve Rogers a pesar de las consecuencias. Y ahí estaban los dos, peleando por la muerte del queridísimo Capitán América.

—no fue mi culpa, Lea— ella quiso gritarle, pero guardó silencio —. Steve parecía no querer atacar, estaba perdido...

—¿y te aprovechaste?— gritó, soltando un par de lagrimas —¿viste la oportunidad y lo mataste?

Sintió un sonido metálico detrás de ella, uno que pareció resonar en sus oídos como un eco infinito.

Giró con lentitud, miedo a través de sus huesos, encontrándose con el cañón de un arma contra su frente. Inspiró fuertemente viendo a Sharon Carter con su mano alrededor del mango, su dedo índice rozando el gatillo.

No era la primera vez que le apuntaban con un arma, y tampoco sería la primera vez si ella llegara a disparar, pero morir en aquel momento significaba perder totalmemte a Steve Rogers, y dejar al Universo ganarle a ella.

—es tu culpa— susurró. Su voz era débil, y su rostro también estaba cubierto en lágrimas como el de ella —¡es tu estúpida culpa!

—¡Carter!— Tony se levantó con dolor y se colocó al lado de Lea, y la rubia apuntó a ambos.

—es su culpa. Tony. Desde un principio lo fue.

—¿qué..?— Sharon volvió a poner el arma contra su frente. Lea podía sentir el frío del cañón en su piel.

—¿los Acuerdos? Tu culpa— comenzó, hablando con un tono irónico —¿el miedo del mundo? Tu culpa— Tony intentó acercarse nuevamente, pero Sharon negó con la cabeza —¿la muerte de Steve? Tu estúpida culpa.

—no fue mi culpa...

—¡lo es!— gritó —¿por qué otra razón estaría distraído? Con tus intentos de hacer lo correcto lo único que lograste fue romperle el corazón.

Lea guardó silencio, observando cada detalle de su rostro enrojecido. Quería responder algo, quejarse y gritarle que no podría ser su culpa, pero su mente quedó en blanco en tan sólo segundos.

Sharon tenía razón.

—ni si quiera debía haber ido hasta allá, intentar todo esto solo...

—Sharon, tenemos que dejar todo esto.— Tony comentó, queriendo calmar a la rubia.

—le haría un favor al mundo...— rozó nuevamente el dedo en al gatillo, y Lea mantuvo su posición.

Por una extraña razón, no quería moverse, parecía idiota hacerlo. Había sido su culpa, y nada en el mundo podría lograr que dejara el sentimiento de lado. Pero perdería quizás la única oportunidad.

Tony avanzó, empujando el arma hacia arriba, y logrando que la soltara. Sharon gritó, pero Tony rapidamemte la tomó de las muñecas y colocó algo metálico sobre éstas.