Gokari es la hija menor de Goku y hermana melliza de Goten. Siendo la bebé de la familia es muy sobreprotegida por todos ellos.
Sin embargo guarda dos secretos celosamente. Ama las artes marciales tanto o más que Goku y tiene un gran sentimiento hac...
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10|No sé tú, pero a mi me importas.
—¿Qu... qué?
—El Ki. ¿Desde cuándo Gokari?
Lo vi un momento a los ojos. Estaba tan cerca que podía ver las pequeñas vetas doradas y verdes en sus ojos. Suspire porque sería inútil fingir que no sabía de lo que hablaba. Aunque fue un error porque al hacerlo aspire su colonia. Oh... Ese... Joder... Que bien olía.
No pude hablar por un momento. Es que olía tan bien. No podría jamás volver a oler algo tan delicioso. Tan masculino. Era su colonia combinado con su olor natural. El mejor aroma del planeta.
—¿Y bien?—Volvió a insistir respirando sobre mi rostro y pude oler su aliento a menta.
—De... des...de casi los 7.
—¿Qué? ¿Los siete?
—Si.—Solté el aire que había estado reteniendo. —Gohan enseñaba a Videl a volar y yo estaba ahí. Sólo... sólo fingía hacerles compañía, ya sabes como es mi madre. Él... él le hablaba sobre el Ki y yo ponía atención.
Él se rió un poco y volteo a ver a un lado pero sin quitar las manos de donde las tenía.
—No puedo creerlo. ¿Desde los 7?
—¿Por qué te resulta tan difícil de creer? Soy saiyajin como tu.—Le pregunte molesta porque estaba harta de que todos creyeran que era débil. —No soy débil Trunks. Puedo sentir incluso el Ki de mi madre desde esta distancia.
Al escucharme decir eso volteo a verme sorprendido. El Ki de un humano es casi impresentible. Sobre todo estando a tantísimos kilómetros. Bien un viaje a la montaña paoz en avión es de seis horas. Yo sólo tardaba 1 en la nube voladora. Y sabía muy bien que Trunks a esa distancia sólo podía sentir el Ki de mi padre. Que justo ahora era mínimo.
—No digo que seas débil. Jamás lo pensé.
—No. Solo elegiste creer lo que todos decían. Que siendo mujer no podría ni siquiera sentir el Ki.
Puse mis manos en su pecho y lo hice hacia atrás para poder ir al bordillo del edificio.
—¿Quién más lo sabe?
—Nadie.—Conteste con desdén.
—¿Ni siquiera Goten?
—De haberlo sabido él, tu no estarías tan sorprendido justo ahora. ¿No se cuentan todo?—Conteste cruzada de brazos y con mi vista en la ciudad.
—¿Por qué nunca lo dijiste? ¿O al menos a Goku?
—Sabes como es mi madre Trunks.
Pasó un rato en que ninguno de los dos dijo nada. Me voltee a verlo a los ojos.
—¿Se lo dirás a los demás?
Él se volvió a cruzar de brazos y se recargó donde yo lo estaba hace un momento.
