Gokari es la hija menor de Goku y hermana melliza de Goten. Siendo la bebé de la familia es muy sobreprotegida por todos ellos.
Sin embargo guarda dos secretos celosamente. Ama las artes marciales tanto o más que Goku y tiene un gran sentimiento hac...
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37|Papá lo sabe.
Salí del estacionamiento y comencé a caminar sin ir a ningún lado. Cuando menos lo pensé me encontraba frente al río Meguro. Y los pétalos de los cerezos bailaban al son de la brisa. Me recargué en la baranda y observe el agua. Algunos pétalos que ya tenían tiempo ahí se hundían lentamente y podía sentirme del mismo modo. Hundiéndome poco a poco.
Cerré los ojos y sentí las lágrimas calientes correr por mis mejillas. Abrí los ojos y vi mi reflejo en el agua. Se veía turbio y borroso. Una imagen clara de mi estado de ánimo. Estuve un rato más ahí y después seguí caminando.
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—Hola.
—¿Sigues con Trunks??
—Mamá. Mmm no ya voy para la casa. ¿Dónde estás tú?
—En la Corporación, Bulma nos invitó a cenar. Así que llega aquí.
No. No podía ir ahí. Es tarde. Probablemente él ya salió de la oficina. O tal vez aún sigue ahí. Negué con la cabeza.
—Mamá los exámenes finales empiezan esta semana. Necesito estudiar muy duro. Así que iré directo a casa. ¿Te parece bien?
—Por supuesto nena. Pero.... ¿estás bien? Te escucho rara.
Mierda. —Estoy bien mamá. Fue un día algo movido.
—Está bien. Ve con cuidado.
—Si. Adiós.
Colgué y vi la batería. 1% después la pantalla se puso negra y el celular murió. Gaste lo último en esa conversación. Lo guarde y cuando llegue a una calle solitaria salí volando de ahí. Aumente la velocidad a lo máximo y en 20 minutos estaba subiendo las escaleras para llegar a mi habitación. Entre y encendí la luz. Aventé la mochila en algún lugar y me quite la ropa quedando en ropa interior.
Fui al baño y me senté en el suelo mientras la lluvia de la regadera me empapaba toda. Así podía fingir que no eran lágrimas las que salían de mis ojos si no las gotas de agua de la regadera. Cuando el agua caliente se acabo seguía sentada abrazando mis piernas y recordando sus brazos rodeándola fuertemente como si no quisiera que se separara de él.
