Capítulo 34.

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34|¿Y ya? ¿Eso es todo?

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34|¿Y ya? ¿Eso es todo?

Trunks condujo hasta la playa y en lugar de bajarnos y extender una manta sobre la arena como la otra vez. Nos quedamos en el auto mientras comíamos de lo que compramos en el autoservicio. Que fue mucho. Disfrutamos de la comida con la hermosa vista del mar frente a nosotros.

Cuando terminamos limpiamos todo pero nos quedamos viendo romper las olas en la playa. Mientras Trunks acariciaba distraídamente la parte interna de mi muslo izquierdo.

—¿Qué tal la escuela??

Eso me saco de mis pensamientos y me transporto de inmediato a lo qué pasó a la hora de la salida con Renzie. —Mmmm interesante.

—¿A sí? ¿Puedo saber porque?

—Bueno ya sabes tengo este sexy novio quien deja rosas y notas en mi casillero. Y de quién no puedo obtener la respuesta de como lo hace.

Le dije poniéndome de frente a él. Solo sonreía complacido con lo que dije. —Bueno. Es un tipo con suerte al tenerte como novia. —Dijo acariciando mi mejilla. Yo solo reí. —Yo.... haría exactamente lo mismo.

Aún sonriendo me acerque para besarlo lenta y profundamente. Mientras sujetaba mi nuca para profundizarlo más.

—Dios. Te amo nena.

Dijo tomando ambos lados de mi cabeza y juntando nuestras frentes. Yo abrace su cuello mientras él mi cintura. Estuvimos un rato más frente al mar y después decidimos irnos.

—Oye, ¿crees que pueda dejar estás en tu oficina?

Le dije acariciando el pétalo de una rosa con mi mano derecha ya que la izquierda estaba entre lazada con la suya y descansaban en su pierna derecha. Él me miró sonriendo y asintió. Después levanto nuestras manos y beso la mía para después llevarlas a la palanca  de cambios y acelerar en el auto. Cuando llegamos al estacionamiento nos dirigimos al ascensor común. El que lleva directo a la oficina de Trunks estaba en reparación ya que el jueves nos quedamos encerrados por dos horas ahi.

—¿Has estado usando este? —Le pregunté dentro del ascensor.

—Nop. Entró por la ventana. Es incomodo el modo en que me ve todo el mundo.

—Oouu lo siento.

—No lo sientas. Porque si adoro como me ven contigo. —Dijo abrazándome.

Y al momento que se abrieron las puertas y salimos al piso donde está la recepción de su secretaria. Todas las personas ahí dejaron de lado lo que hacían y nos miraron fijamente. Las chicas abrieron tanto sus ojos que parecía que iban a salírseles. Primero vieron el espécimen de hombre a mi lado con ropa casual. Cosa que no habían visto antes, con mi mano entre la suya y después el enorme ramo de rosas en mi brazo derecho.

Un Destino Inevitable •Trunks•Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt