Capítulo 27.

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27 | Mellizos

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27 | Mellizos.

Es domingo por la mañana y me encuentro tendida en mi cama viendo el techo de mi habitación. Desvío un poco la mirada y me encuentro con el protector para foco en forma de esfera naranja y las 4 estrellas rojas pegadas en el.

Lo hice hace años cuando papá nos contó sobre el abuelo Gohan y como la esfera de cuatro estrellas le recordaba a él. Al mencionar al abuelo Gohan mi hermano me viene a la mente. Ayer con Goten las cosas se salieron un poco de control pero pude mantener a ese par tranquilos y hacerle saber a Goten mis sentimientos por Trunks.

Bueno en realidad no tuve que decirle nada. Tal parece que esta conexión de mellizos le permitió saber todo solo con ver mis ojos. Y me pregunto, cómo es que no se dio cuenta años atrás.

Suspiré y negué con la cabeza. Gohan es totalmente otra historia, se que Goten le dirá todo. Y entonces matara a Trunks y después lo sabrá papá y si quedó algo de Trunks para entonces mi padre lo acabará. Mordí mi labio nerviosa y me puse de lado. Ayer Goten y Trunks se despidieron tensos e incómodos.

Le dije a Trunks que hoy quería pasar el día con Goten para convencerlo de no decirle nada a Gohan y además quería tranquilizarlo un poco, sé que sigue enfadado.

Así que me levante y me vestí con algo cómodo. Cuando termine me asomé por la ventana y vi a Goten en el huerto donde él y papá sembraron rábanos. Estaba de pie con las manos en sus bolsillos y la mirada perdida. Suspiré y me dispuse a bajar.

En la cocina encontré a mamá preparando comida como siempre y mientras desayunaba me comentó que quería hacer estofado por lo que me ofrecí a ir con Goten al río. También porque quería hablar con él y si las cosas se ponen feas es preferible que mamá no vea.

Así que ella llamó a Goten y le hizo saber que iríamos por algo para el estofado. Mientras ella iba a la ciudad más cercana a comprar lo que le hacía falta. Cuando mamá salió en el auto yo espere a que Goten bajara. Había ido a cambiarse de ropa y al hacerlo nos dirigimos al bosque.

Era incómodo porque siempre estábamos riendo o fastidiandonos mutuamente, pero esta vez íbamos en un silencio molesto, el cual se extendió hasta que llegamos al río.

Él comenzó a quitarse la ropa y en un santiamén quedo solo con sus bóxers. Se sambullo en el agua y me dejo ahí parada en la orilla sin decir una palabra. Suspiré y me quite los zapatos para meter solo mis pies en el río. Me quede ahí en la misma posición por lo que parecieron 10 minutos y él no se dignaba a salir. Sabía que estaba vivo por qué podía sentirlo. Seguramente salía a la superficie tomaba aire y volvía al fondo del río.

Cuando vi el agua moverse agitadamente sabía que saldría en cualquier momento. Por lo que cuando vi la enorme cabeza del pez salir supuse que pronto regresaríamos a casa y las cosas seguían igual.

Arrojó el gran pez a la orilla mientras yo me encogía abrazando mis piernas con los brazos y recargue la cabeza sobre las rodillas. Lo oí vestirse y calzarse.

Un Destino Inevitable •Trunks•Where stories live. Discover now