Capítulo 33.

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33|Rosas Rojas

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33|Rosas Rojas.

No estaba dormida. No del todo. Estaba boca abajo y podía sentir la espalda descubierta y la sábana tapándome de la cadera hacia abajo. Estire el brazo buscando su calor. Pero la superficie estaba fría.

Abrí un poco los ojos cuando sentí su mano deslizarse por toda mi columna vertebral y regresar por el mismo camino hasta mi nuca. Después toco el mismo camino con la punta de su dedo índice y al llegar al borde de la sábana llevó su dedo por mi cadera y por mí muslo.
Me estiré un poco y lo mire.

—Hola.—Dijo con una linda sonrisa.

—Hola.—Mi voz se oyó adormilada y contraria a la suya. Que se oía sexy todo el tiempo.

—¿Estas bien?—Pregunto un poco preocupado.

Me volví a estirar un poco midiendo los daños pero estaba bien. Asentí un poco.—Estoy perfecta.

Le sonreí y me di cuenta de que ya estaba vestido. Traía un traje gris claro ajustado. Se dio cuenta de que observaba su atuendo y alisando la parte delantera con la palma de su mano suspiro.

—Debo irme ahora. Hay muchas cosas que hacer en la Corporación. Debo asegúrame de que el auditorio esté listo. Hay una presentación por la tarde.—Dijo poniendo mi cabello detrás de mi oreja. Me enderecé y lo enfrente.

—Esta bien.

Inhalo mirando mi desnudez. Lo había olvidado. Cerró los ojos un momento y maldijo. —Odio dejarte así. No es la mañana que tenía pensada después de...

—Lo entiendo Trunks. Está bien.—Lo tranquilice.

Vi por una ventana y me di cuenta de que el sol ya estaba en lo alto del cielo —¿Que hora es?—Pregunte viéndolo.

Hizo una mueca no queriendo decirme.—Tienes 20 minutos para llegar a la escuela.

¿Qué? Me puse de pie. Estaba segura de que mi madre llamaría a la escuela para asegurarse de que estaba ahí. Trunks se levantó también mirándome de pies a cabeza. Y después se acercó para abrasarme.

—Todavía percibo mi olor sobre ti.
Fue una noche inolvidable nena. Gracias.

—¿Estas agradeciéndome por el sexo?

—No es solo sexo Gokari. Yo no hago el amor. Sin embargo anoche, puedo asegurarte que eso fue lo que hice contigo. Y te doy las gracias por dejarme ser el primero.—Dijo poniendo su frente contra la mía. —¿Estas segura que estás bien? ¿Estas adolorida? ¿O te duele mucho?

Sonreí ante su extrema preocupación. Si estaba un poco adolorida pero era soportable.

—Estoy bien. Realmente no y nop. Debo darme prisa y tú debes irte.—Le di un pequeño beso en los labios después de responder cada una de sus preguntas y sonrío sujetándome para besarme bien. Mmmmm hubiera preferido lavarme primero los dientes. Él sabía a menta. Se separó y fue a su armario. Sacó una bata de ceda negra y me ayudó a ponérmela. Me llegaba hasta los tobillos y se burlo por eso.

Un Destino Inevitable •Trunks•Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang