Del internado a vivir con 5 chicos.

20 Fantasma del pasado.

Entre al cuarto de Luke. Él estaba tumbado en su cama mirando al techo. Sin hacer nada. Eran las siete y media de la tarde.

- ¿Tengo libertad? - dije con voz firme.

- ¿Qué quieres? - preguntó confundido.

- Salir con Ari por ahí ¿Puedo?

- Pregúntale a Nick que también es tu hermano - rodé los ojos y salí de su cuarto.

Esto es lo típico. Le preguntas a tu padre algo y te dice que le preguntes a tu mamá. Cosa que me pasa con ellos dos. O con todos ellos más bien. Fui hacia La habitación de Nick, estaba con Scott jugando a la play.

- Hermanito de mi corazón - le abrace por detrás.

- ¿Qué quieres? - preguntaron los dos.

- ¿Puedo salir por ahí con Ari? - pregunté mirando a Nick.

- Que te diga Scott.

- ¿Puedo? - le pregunte.

- No se, dile a Marco si te deja.

Esto no es normal siempre al tercero que preguntó acceden. Bah, fui al césped, donde estaba el y le di un susto.

- Casi me matas enana - me sonrió.

- Ya gigante. ¿Puedo salir por ahí con Ari?

- ¿Por qué me preguntas a mí?

- Scott me mando.

- No lo sé, pregúntale a Tyler.

¡¿Estos es una maldita broma o que?! ¿Tanto les cuesta decir si? Busque a Tyler y al final lo vi en la cocina comiendo un sándwich.

- Ty Ty - dije.

- ¿Ty Ty? -  preguntó extrañado por mi nuevo mote hacia él.

- Si, Ty Ty.

- ¿Qué quieres?

- ¿Puedo salir de fiesta con Ari?

- No se, pregúntale a Luke o Nick.

- Pero ya les dije.

- ¿Y qué dijeron?

- Luke que le preguntara a Nick, este que le diga a Scott, este que le diga a Marco y él me dijo que te diga a ti.

- Ah... No, no pueden ir.

- ¿¡Qué, por qué!? - grite furiosa.

- Ya viste cómo se emborracharon la última vez.

- ¡Dijeron que teníamos libertad!

- Pero con esto no - respondió cruzándose de brazos en frente de mi.

- ¡Tyler por favor!

- ¿Qué pasa aquí? - Luke apareciendo.

- No me deja ir a la fiesta - dije haciendo puchero.

- Me dijiste que saldrías, no que irías a una fiesta - contestó este alzando una ceja.

- ¿¡Y a donde querías que fuera!? - exclamé.

- ¿Al cine? ¿Al parque? ¿A casa de Sam?

- Pues ya ven que no. ¡Déjenme ir por favor!

- No y fin del tema.

- Les odio.

Subí a la habitación de Ari y entre. Ella estaba con su móvil y con una sonrisa. Ella no noto mi presencia, entonces me acerqué y le arrebaté el móvil.