Del internado a vivir con 5 chicos.

22 Te quiero.

LIAM EN MULTIMEDIA.
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- ¡PARQUE DE ATRACCIONES! - gritaron en mi oído y caí de la cama del susto.

- ¿Pero son bobos o qué demonios les pasa? - grité aún en el suelo. - ¡Mis moretones, imbeciles! - exclamé clavando mi vista en algunas heridas que derramaban un poco de sangre, de verdad me había hecho daño, incluso una lagrima se me escapo.

- ¡Lo olvide hermanita! - exclamaron al unísono preocupados. ¿Ahora se quedan paralizados? ¿En serio?

- Si pues mira - señale mi codo - ¡Sangre! ¡SANGRE!

Me levante corriendo del suelo — donde había caído antes — y me fui al baño para que no me vieran llorar, empecé lavando la sangre y cinco cabecitas se asomaron por la puerta de este.

- ¿Te duele? - preguntó uno de ellos.

- No Marco, lloro porque me alegra mucho el golpe. - rodé mis ojos pesadamente.

- Lo sentimos - respondieron ellos apenados.

- ¿Aún quieres venir al parque de atracciones? - me preguntó Tyler.

Me molesta el hecho de que me hayan despertado así aún sabiendo lo que pasó hace unos días, teniendo en cuenta todas las heridas que tengo. Pero sé que ellos tienen muchas ganas de ir al parque de atracciones y ya que ellos han hecho mucho por mi, aunque no quiera, iré.

- Si - respondí finalmente.

Ellos sonrieron y fuimos a prepararlo todo. Llevábamos una bolsa con bocadillos y agua. Cogimos el dinero y nos fuimos. El camino iba a ser largo. Una hora y media. Encerrada con ellos. Encerrada con Tyler, Marco y Nick. Esto explotará, no es una pregunta, es una afirmación.

- Me aburro. - dijo Marquito como séptima vez y solo pasaron quince minutos.

¿Marquito?

Si, Marquito.... El aburrimiento es lo que hace.

- Marco te juro que como no te calles te comes mi puño - amenace cansada de su comportamiento infantil. Bah, siempre es así.

- ¿Te levantaste con el pie izquierdo? - preguntó molesto.

- Pues mira me levante sin pies - exclamé y él me miró raro - ya que caí de boca al suelo y me hice sangre por culpa de ustedes. Así que ahora te aguantas y te callas - escupí de mala gana.

No sé que me pasa que estoy de mal humor.

Este se callo no sin antes pedirme perdón y puse música con el móvil. Ahora tocaba Don't let me down.

- Don't let me, Don't let me, Don't let me down, d-Don't let me down, Don't let me down - empecé a cantar a todo pulmón. Estuve cantando así por unos 45 minutos todo tipo de canciones.

- Por dios, calla un rato. - bufé.

- ¿Trajeron mi inyección para ponérmela después de comer? - pregunté deseando que no se hayan olvidado de traerla, ya que por las prisas que me metieron, no me dio tiempo ni de ponerme rímel en las pestañas.