Del internado a vivir con 5 chicos.

33 Sécate la baba, linda.

Nathan en multimedia.

- ¡Cat despiertaaaaaa! - me giré de un susto y vi a Ari segundo de mirar al reloj.

04:28 de la mañana. La mato.

- ¿Qué demonios te pasa? - dije incorporándome para verla bien.

- ¡Jeremy! ¡Jeremy me pasa!

- ¿Qué? ¿Quién?

- ¡Jeremy! ¡Me pidió una cita!

- Pero si a ti te gusta Nick.

- Y dale con el tema. ¡Que no! Y mañana quede con Jeremy, y es una cita doble, así que tú irás con Nathan.

- ¿Pero qué dices? ¿Estás durmiendo? ¿Eres sonámbula?

- No Cat, es enserio - dijo rodando sus ojos - mañana a las once de la mañana quedamos en el starbucks del centro comercial, a sí que sí le decimos a los chicos que vamos allí no van a querer ir.

- ¿Estás segura? Los conocimos ayer...

- Iremos y punto. - dijo y se fue.

Ugh, me despierta para decirme tal cosa. No tiene piedad...

{...}

- Chicos, nos vamos al centro comercial - avise.

- Pero si fuimos ayer...

- Pero vi una blusa que me encanto pero que la rebajaban hoy así que vamos y de paso damos otra vuelta por allí.

- Esta vez van ustedes dos, eh.

- Si, si, no se preocupen. ¡BYE! - dije alegre y salimos por la puerta.

Noo, yo pensaba que por la ventana.

Ignoro a mi consciencia y cogemos el autobús hasta llegar al Beverly center. A lo lejos veo a los chicos. ¡Sólo se su nombre!

- Hola Nathan.

- Hola Cat - dijo besando mi mejilla.

- Bueno, nosotros nos vamos al cine, adiós - dijo Ari y desapareció de allí junto con Jeremy.

¡No me lo puedo creer! ¡Me dejo sola! ¡Con Nathan!

- Es una maldita - susurre.

- Yo pensaba que íbamos a ir al starbucks - me dijo Nathan.

- Yo también. Aún podemos ir.

- Claro vamos - sonrío.

Nos sentamos en las mesitas del local y encargamos los frappuccinos. Cuando ya los teníamos iniciamos una conversación.

- ¿Y cuántos años tienes? - me preguntó.

- Casi dieciocho, ¿tú?

- Yo tengo 21. Unos simples tres años de diferencia.