Del internado a vivir con 5 chicos.

61 ¡Malditamente todos dan...!

Nosotras dos estábamos paralizadas a la vez que el nos miraba a nosotras y a la bolsa de una manera que le iba a dar torticolis.

Negó con la cabeza repetidas veces.

- Eso son test de embarazo - le tape la boca rápidamente y lo metí en la habitación para que no lo oyeran gritar, Ari recogió los test del suelo y vino con nosotros.

- No vayas a gritar - lo amenace.

- ¿Por qué mierda compraron test de embarazo? - gritó lo suficientemente bajo para que no le diera una bofetada.

- ¿Tú para qué crees? Pues para hacer la comida, no te fastidies - respondí con sarcasmo.

¡Qué dejes el maldito sarcasmo para otro momento!

¡Aquí la alterada soy yo!

- A ver, a ver, a ver. ¿Alguna de ustedes está embarazada? - preguntó susurrando y con los ojos muy abiertos.

Estaba histérico al igual que nosotras.

- Eso lo vamos a descubrir ahora - dijo Ari.

- O sea, que posiblemente... ¿Quién puede estar embarazada? - preguntó intentando calmarse.

Yo mire a Ari y a ella se le volvió a escapar una lagrima, por lo que Scott lo noto enseguida y fue a abrazarla.

- Soy yo Scott - susurró ella entre sus brazos.

- Se iba a hacer los test ahora... Pero - él me miró - De momento no queremos que los demás se enteren, por favor - le dije.

- ¿Están seguras de eso? - preguntó.

- Si, te lo suplico, no digas nada - le pidió Ari.

- No creo que sea buena idea ocultarlo chicas - se separó un poco.

- No lo vamos a ocultar, solo espera a que al menos sepamos si de verdad está embarazada o son suposiciones por favor - le decía yo intentando convencerlo.

- ¿Y supuestamente cuando se va a saber? - preguntó en un suspiro.

- Ahora me iba a hacer los test... - alargó con poca voz.

- Pero salga lo que salga, por favor - pedí - prométenos que no dirás nada hasta que ella decida contarlo, ¿está bien? - el lo pensó un poco y después asintió levemente.

- Gracias - respondió Ari con una sonrisa. - ¿Pueden esperarme ahí los dos, por favor?

- Claro - respondimos al unísono.

Ella no muy convencida entro al baño con todas esas pruebas de embarazo. Mientras tanto opté por hablar con Scott.

- ¿De verdad no dirás nada? - le pregunte mirándole a los ojos, aunque el miraba a un punto muerto.

- Claro, eso debe ser cosa de ustedes - respondió seco.

A los quince minutos de espera salió Ari.

- Ya me los hice todos, ahora hay que esperar cinco minutos - dijo y vino a sentarse a mi lado.

- ¿¡Scott estás bien!? - gritaron desde abajo.

- Mierda - susurramos los tres.

- Baja, pero por favor, actúa como si nada de esto estuviera pasando - le dije.

El asintió.

- ¿¡Scooott!?

- ¡Ya voy! - nos dio una media sonrisa y fue abajo con los demás.