Del internado a vivir con 5 chicos.

26 La sorpresa...

- Despierta - susurraron en mi oído.

- ¿Qué quieres Luke?

- ¿Luke? Soy Tyler - dijo riendo.

- ¡Tyler! - dije y le di un pequeño beso en los labios.

- Vamos. - dijo cargándome en brazos.

- ¿Qué hora es? ¿A dónde vamos?

- Las cinco de la mañana y es una sorpresa.

- ¡Cinco de la mañana! ¿¡Estás loco!?

- Shhh que nos van a oír.

- Llevo pijama, déjame cambiarme.

- Tu ropa está en el coche, ahora vamos.

Me dejé llevar por Tyler. Ya llevo tres meses en esta casa y estamos enamorados pero los chicos no saben nada. Menos Marco porque nos vio y Ari porque se lo dije. Pero le dije a Marco que como lo contara le dejaba sin descendencia.

Tyler me vendo los ojos y me cargo hasta que me dijo que caminara por mí misma. Prefería que me llevara el. ¿Pereza? ¿Dónde?

- Me voy a caer.

- Te tengo sujeta.

- Como me caiga será culpa tuya.

- Ya falta poco - seguí a donde Tyler me llevaba y oía un ruido extraño. - Hay que esperar a que el sitio abra.

- Pues me quito la venda.

- ¡No! ¡Ni se te ocurra!

- Tyler... ¿Huele a agua salada y a pescado?

- Eh... No. Ven te llevo a un sitio donde si te puedes quitar la venda. - Me cargo y camino un rato hasta que me quito la venda.

- Tyler este es el baño.

- Es el único sitio donde no puedes averiguar dónde estamos.

- Pero estás en el baño de mujeres.

- No - el rió - Tu estás en el baño de hombres. - intente salir corriendo pero Tyler me agarro del brazo.

De pronto entró un chico al baño y empezó a hacer sus necesidades delante de nosotros y me hundí en el pecho de Tyler para no ver nada.

- Te voy a matar Tyler.

- Tranquila, te gustará. - pasaron aproximadamente unos veinticinco minutos y ya eran las ocho de la mañana - Necesito que te pongas este bikini.

- ¿Por qué?

- Tu sólo hazlo.

Le dedique una última mirada de odio y me escondí en ese baño para que nadie me pudiera ver, después de eso Tyler me puso la venda y me cargo.

- Tyler aquí huele a agua salada y pescado.

- Que no, confía en mí y no te quites la venda hasta que te lo diga.

No pasó mucho tiempo y yo ya estaba metida en el agua. No tocaba el fondo. Tyler me dijo que cerrase los ojos porque me iba a poner unas gafas. Me puso las gafas y me dijo que abriera los ojos. Cuando los abro le vi a él.

- Gírate - dijo riendo - y húndete. - Me hundí y oh por dios.

- ¡Tyler sácame de aquí ahora mismo! - dije histérica.

- Cálmate - dijo riendo - no son agresivos.

- ¡Qué me saques de aquí!

- No, te gustará - dijo y me empujó más a dentro y me hundí.