Mis ojos tristes y el suelo húmedo denotan mi dolor.
Todo ha terminado, ha muerto hasta la más pequeña ilusión.
Ella terminó conmigo, ella me rompió.
No hay mal que por bien no venga, dicta el refrán.
Estoy pagando por las cosas buenas que pronto vendrán...
pero ahora, las sufro y me lamento, ¿cuándo terminarán?
Te veré llegar con alguien más,
te veré jugar con mi corazón,
mientras este se desangra en tus manos.
Yo he tenido la culpa, no hay más;
te quise aunque las señales eran contundentes.
Tú jamás pensaste en mí como algo diferente,
amigos y solo eso, cariño y risas, sin mayor profundidad.
Estoy aquí, ahora, sin ti.
Estoy sin mí, y sin nosotros.
Lo que más me duele quizás pueda ser,
que yo fui quien te atrajo
pensando que podía contigo.
En alguien más encontrarás el cariño
que de mí no quisiste aceptar.
Temo por lo que pueda venir ahora, amor mío.
Tú sonríes hasta que me miras,
yo soñaba, hasta que me destrozaste.
¿Será que habrá algo nuevo y mejor esperando por mí?
En este momento solo quisiera acostarme y dormir.
Dejar que pasen las horas rápidas y sin tanto sufrimiento.
Me propongo olvidarte pues me dueles hasta en los pensamientos.
