Las yemas de los dedos fríos,
el maldito escosor en la boca,
el sabor a metal oxidado y cobre corroido;
el baño que se ha quedado inconcluso
un suave hedor de perfume sobre la última prenda limpia.
Esculpiste con cada decisión tu funesto final
y ahora temes hacerle frente...
Estamos hechos de cenizas de nada...
De voluntades rotas.
Las secuencias sin voz, e imagenes sin sentido siguen divagando
sobre el craneo agujerado... y la realidad se nubla
Cúbrete los ojos ahora, o luego, no importa...
la rotura seguirá ahí.
El dolor siguirá ahí.
Todo sigue ahí.
Tú eres el único que se ha deformado.