Capítulo veinticuatro.

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Hariel y Pilly llegaron en pocos minutos a el hostal donde se estaban hospedando.

Él,apresuró el paso por el pasillo hasta la habitación de Aleysi,su esposa con la nueva resolución de enfrentar esta situación junto a él,lo acompañaba detrás.Poco antes de llegar a la puerta, esta se abrió,y de ella salió una mujer mayor de cabello rojo y cuatro ojos verdes en su rostro.

-¿Es usted el padre de la criatura?-le pregunto esta a el arcángel, al verlo acercarse.

-Si,soy yo-respondio Hariel con tono ansioso-¿Como están ellos?.

-Yo soy Etheti,la sanadora que los ha estado tratando...Pues vera,la madre no se encuentra nada bien.La vida se le va en la hemorragia interna que tiene,al parecer este embarazo la esta destruyendo por dentro...Es muy triste,pero no ocurre asi con el bebé...Recien acabo de oir sus latidos y esta perfectamente bien...es el caso mas singular que he visto...pero por supuesto,demas esta decir que si la madre perece...el niño tambien-le explico ella con hondo pesar.

-Lo entiendo-dijo Hariel agachando la mirada-¿Puedo verla?-.

La sanadora sonrió débilmente antes de responderle.

-Claro que puede...Le di un calmante para su dolor...Así que está tranquila...No durará mucho..Será mejor que se apresure...y, un consejo,la cubri con un edredón...sería mejor que se quede así-.

Hariel asintió y miro a Pily por un momento.

-Vé...te necesita-le dijo ella a la pregunta de sus ojos.

Y él,así lo hizo.Abrió la puerta despacio,y se encontró con la figura completamente pálida de la moribunda joven rubia que llevaba en su interior a su hijo.

-Hola-le dijo él mientras se acercaba a la cama.

El rostro de Aleysi esbozo una sonrisa de alegría al momento de reconocerlo.

-Volviste...Te esperaba despierta...Tengo tanto sueño, pero no quería dormirme...Me decía a mi misma-No te duermas Aleysi...Seguro que él va a volver-.

Su comentario tan inocente conmovió al ángel de alas negras.

-Dije que volvería..y aquí estoy...¿Cómo te sientes?-le pregunto con una sonrisa.

-Cansada...La sanadora me dio de beber algo amargo y asqueroso...Pero me hizo bien..el dolor se fue-le contestó ella.

-Me alegra oírlo Aleysi...Te ves muy bella-la elogió el,sabiendo que aunque era cierto,su intención era hacerla sentir mejor.

-¿Realmente lo crees?...Ana me peinó,y me vistió,arruine mi otro vestido-dijo ella con un toque de rubor en sus mejillas-Sabes algo Hariel...Ya se como debe llamarse nuestro bebé-.

Hariel la miro con tristeza,realmente no comprendía si ella no entendía su grave estado o si simplemente deseaba negarlo.

-¿Si?...¿Como?...¿No es Erasmos,no es así?-le preguntó él, y le saco una graciosa risita.

-No tonto...Se llamará Elian...Porque es un niño Hariel,lo supe desde el primer momento-.

Este conocimiento estrujo más el corazón de el arcángel...Sería padre de un niño... uno que se dormiría para siempre cobijado en el vientre de su difunta madre.

-Elian es un nombre hermoso...¿Porque lo elegiste?-le pregunto el con la voz temblorosa por la emoción.

Aleysi se refregó los ojos y bostezo,el sueño eterno venía por ella.

-Elian...es el nombre de una flor-le explico y él levanto una ceja intrigado,y ella continuo-Cuando Chia y yo eramos niñas,mi madre tenia en su inmenso jardin una variedad de flores muy bellas,pero una,entre todas,era mi preferida.Se llamaba Elian Rocosa...porque crecia entre las piedras.Era muy hermosa y me fascinaba porque estaba compuesta de dos colores,era mitad azul y mitad blanca.Un dia mi madre que me veia siempre observarla,me narro su historia.

-Ella me conto que habia una vez una doncella muy hermosa llamada Eli,ella era blanca como la nieve de Urano...e igual de majestuosa.Vivía en una montaña alta,muy lejos de todos los habitantes de su ciudad,que al reconocerla tan distinta a ellos,le temían.Por esto, sola pasaba las noches y los días, mirándolos desde la cima.Hasta que un día,alguien la escalo...alguien que no tuvo miedo,alguien que se atrevió...Era el joven más apuesto que ella hubiera visto...tenía los ojos tan azules como su cabello,se llamaba Ian...Él se enamoro de ella,y ella de él,pero no todo fue felices para siempre,porque Eli guardaba un secreto,ella no tenía corazón...por eso al amarlo con su alma misma pero sin un órgano que contuviera ese sentimiento, su vida comenzó a extinguirse.Claro,él si tenía un corazón que latía al son de las sonrisas de Eli.

-Pasaron los meses y llegó el fatal día en que la muerte la vino a buscar para llevarla a su eterna morada,pero Ian no quiso,se resistió...No viviría sin ella,ella era su motivo para vivir,era su vida misma.Entonces sabiendo que la razón era la falta de corazón en Eli,él abrió su pecho y se lo arrancó,y se lo entregó a ella,pues le pertenecía.Ella al ver su enamorado acto,se alarmó,ella viviría,pero él no.Entonces hizo lo que su amor le dictaba,puso el corazón en medio de sus dos pechos y se abrazó a Ian muy fuerte.O morían juntos,o vivían convertidos en uno.

-Y asi fue...El Creador les concedio su deseo y los convirtio en algo nuevo,en una flor que unía sus dos esencias en una...Eran Elian, la flor más hermosa de todas porque latía dentro de ella un corazón compartido-.

Los ojos de Hariel brillaron al oír el relato, y le dedicó una bellísima sonrisa a la joven voraz.

-Es una historia muy bella Aleysi...Elian sería un nombre perfecto para nuestro bebé-le confirmó.

-Si,lo es...Cuando te vi esa primera vez,creí que tu serias mi Ian...el bello príncipe que subió la montaña maldita sin temor,el que percibí tenia un corazón valiente e impetuoso...Por eso quise tenerte...soñaba con mi propia historia de amor...Quería ser Eli...Pero me equivoque...Tu ya eras parte de otro ser...No quise aceptarlo,ni quise ver...pero así es-le dijo ella, dejando que pequeñas lágrimas brillantes cayeran de sus ojos-Llámala Hariel...a tu Eli-.

Hariel frunció el ceño algo extrañado por su pedido,pero igualmente lo obedeció y llamo a Pilly.

Con cierto titubeo entró en la habitación la ángel de alas borgoñas.

-Acércate-le dijo la joven rubia y ella se acerco hasta llegar a la cama,al lado de su esposo-.

-Hariel...Tu eres Ian y ella es Eli...y juntos formaron un Elian...Yo lo tomé prestado por un poco de tiempo,pues quería vivir ese cuento...Pero ese no es el mio,el mio es otro-dijo y Hariel comenzó a entender,pero Pilly aún no-.

-Pilly...dame tu mano-le pidio Aleysi,y ella se la dio.Entonces la joven levanto el edredon que la cubria mostrando su doloroso estado.La sangre empapando su vestido,la cama,las sabanas, tiñendo todo de rojo desde la cintura para abajo.

La agonizante joven llevó la mano de la ángel a su ensangrentado vientre y le dijo.

-Gracias por regalarme el privilegio de llevar vida...valore inmensamente cada segundo...este pequeño, lleno el vacio que he tenido desde que tengo memoria...Gracias una vez más...ahora te devuelvo lo que siempre fue tuyo-.

Y al decir esto Aleysi expiró su último aliento,el rostro de Hariel se empapó de cuantiosas lágrimas y Pilly, cayendo de rodillas, al fin comprendió.

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