Mercenarios.

Capítulo treinta.

Hola...Como ya se habrán dado cuenta,o quizás no,muchos de mis personajes les he tomado de videojuegos,por ejemplo Luzbel,Miguel,Jayán,Byron,Ciclio,etc.(Hariel y Finn,son hombres reales gracias a Dios,y a la genética jaja)

Como decía,usó este tipo de imágenes para representarlos en su mayoría,pero no lograba dar en el clavo con Uriel, cambié como diez veces las imágenes suyas,porque en mi mente es tan lindo que nada me cuadraba con él...hasta ahora,por eso quiero anunciar que la imagen de arriba será la final de Uriel,porque me encanta.

Espero comentarios al respecto.Les dejo dos capítulos,a los que seguirán el capítulo final y el epilogo.Besos.

Ana se había quedado dormida preguntándose la razón por la cual había hecho este viaje...Era por los suyos.Donato...su pequeño gran amor,y Thomas,su otro gran amor que le regaló la fortuna de tenerlo,y desde el principio conquistó su corazón con más de mil razones

Inmersa en el mundo de los sueños,ella evoco ese dia.

Estaba muy nerviosa,y casi temblaba de la ansiedad.Era un actriz secundaria de series de televisión nada exitosas...Se decía a si misma que la oportunidad ya iba a llegar,pero esta al parecer,después de cinco años de carrera no llegaba más.Con veintidós años cumplidos y trabajando desde que tenía diecisiete,percibía que su carrera no marchaba al ritmo que ella hubiera querido,hasta ese casting.

Era para una superproducion de Holywoood,el trapaso a la pantalla grande de un exitoso comics.Ella se arreglo con esmero,y llego con tiempo de sobra,tanto que tuvo que esperar mas de una hora para que llegara su turno.Al fin llego,habia releido el libreto que le habian entregado una exagerada cantidad de veces,aunque en la tercera casi lo tenia completamente memorizado.

Respiro hondo y dio lo mejor de si,realmente lo mejor,tenía una hermana adolescente a quien alimentar,eso le daba el impulso de no dejarse fracasar.

Al terminar hubo aplausos, y ese fue un efecto que no previó ,pero así fue,y ese hecho la llenó de confianza.

-¿Podrias repetir la escena, pero esta vez con el protagonista?-le preguntaron,y ella accedió,obviamente no se negaría.

Y ahí sucedió.Él venía inmerso en su propio libreto cuando se acercó esquivando personas,equipos y algunas sillas, casi como si tuviera un radar interno.

Al llegar a ella hizo las dos cosas que lograron desarmarla en un momento.La miro,sus ojos tenian un color aguamarina entre celeste y verde,y eran hipnoticos,y alegres...es decir transmitia tanto con su mirada como lo haria el mejor pintor con su obra mas selecta,y despues le sonrio,y su sonrisa fue como abrir las puertas al paraiso y decir esta es tu casa,puedes deleitarte en ella.Asi lo sintío ella,pero ahi no termino.

-Buenos dias,me llamo Thomas-le dijo el extendiendole la mano en un cordial saludo,y mostrándole aquella tercera razón para sentirse perdida.

Su voz,grave,masculina,clara como la luz de la luna en un cielo estrellado,pero también amable y dulce...Una voz como imaginaba ella solo podía tener un ángel del cielo.

-Yo...yo soy Analis,Analis Morrinson-respondio ella en un tartamudeo tan evidente que le provoco un sonrojo que él advirtió, por la forma en que el verde de su mirada abrazo el rosado de sus mejillas.

-Pueden empezar-oyó la orden,y él también...Pero ninguno daba el primer paso,estaban tan concentrados en traer algo de calma a sus emocionados corazones, que todo acción aparte parecía no tener lógica, ni fundamento suficiente.

-Creo que deberíamos, tú sabes...-dijo ella al sentir sobre ella la mirada desconcertada de los que los rodeaban-.

-...¿Salir algun día?-completo él,y Ana abrio sus ojos color miel,incrédulos, pero a la vez complacidos.