Capitulo Veintiseis.

88 19 36
                                    

Hola¿Como estan?.
Queria comunicarles que solo faltan un par de capítulos mas( unos seis o siete)para terminar esta historia,y que comenzare a su termino una tercera parte que unirá a las tres historias y les dará una extraordinaria conclusión.
Se llamara EN EL PRINCIPIO.
¿Me acompañaran en esa nueva travesía ?...


Espero que si...Amo su maravillosa compañía.
Sin mas que mi enorme gratitud les envio un gran abrazo,y les dejo este mini capitulo conector.



El cuerpo de Aleysi se deshizo en cuestión de segundos en el aire,dejando solo una estela de luz, que primero se elevó y después se escapó por la ventana abierta.Lo mismo sucedío con su sangre que momentos atrás teñía las sábanas blancas,esta se evaporó sin evidenciar huella,dejando en la habitación solo el rumor lejano de las últimas palabras de ella.

Solo instantes pasaron cuando sentí sus fuertes brazos rodeándome y su cabeza recostada en el rincón de mi cuello.

-Tendremos un bebé Pilly...Siempre fue nuestro, amor...Un hijo¿Lo puedes creer?-escuche su voz grave y profunda susurrándome con emoción mientras llenaba mi húmeda mejilla de una multitud de besos.

-Un bebé-repetí tocando mi vientre,incrédula aún de que este milagro estuviera realmente sucediendo-El tuyo.

No se porque, pero comence a reir,creo que tanta felicidad en mi pecho se quería desagotar y el canal que escogió fue la risa.

Reí con tal alegría y a la vez tan fuerte, que no paso nada para que Finn y Ana, aparecieran en la puerta y nos miraran extrañados.

Los dos nos volteamos al oirlos, y luego nos pusimos de pie,y caminamos hacia ellos.

-¿Que sucedió?...¿Y Aleysi?-nos preguntó Ana,quien observaba la habitación en busca de la joven rubia.

-Ella volvió a su antigua forma,se hizo una estela luminosa y voló lejos-le respondí mientras soltando a Hariel caminaba hacia ella con un secreto que quería gritar a los cuatro vientos-Era mio Ana,siempre lo fue...Ella lo...lo tomó prestado,pero siempre fue mi bebé,y ahora está de nuevo en el lugar correcto...aqui,en mi vientre-.

Ana me miro con el asombro pintado en su bello rostro y luego cerró la distancia que nos separaba rápidamente y me envolvió en un apretado abrazo.

-Oh Pilly...serás mamá...una mamá excelente...¿Como no les regalaría Dios ese milagro en la manera increible en que ustedes se quieren?-susurro contra mi cabello,mientras con su mejilla en la mía noté que también lloraba.

-Los Felicito-escuche,y vi de reojo que le decía Finn a mi esposo,al mismo tiempo que le extendía amistosamente la mano,la cual él agradeciendo su deseo apretó fuerte-.

Poco después solté a Ana que lloraba como un magdalena,haciendo que entre risas de dicha,yo llorara de nuevo.

-No quiero estropear este emotivo momento...Pero Miguel me aviso que llamo a las huestes y me dio la ubicación del lugar donde nos esperan-nos informo despues Finn.

-Claro...Alistensen...Iremos en cinco minutos, necesito un pequeñísimo tiempo con mi esposa-le respondio Hariel, y ellos asintiendo comprensivamente salieron.

Lo conocia bien,igual que él a mi.Sabia que esos dias de distanciamiento aunque tan pocos, lo habían herido profundamente.Me necesitaba y yo a él.

Cinco minutos eran nada,pero para dos que se aman tanto,podía extenderse ese tiempo, casi eternamente.

Cerro la puerta y respiró profundo,apoyando por un segundo la cabeza en ella,mientras yo me desvestía en un tiempo que creo, rompió el récord de todos los mundos.

Cuando volteo con esa sonrisa cómplice,yo le respondí con una igual,a la que le sumaba una palpable invitación.Una hecha de mi cuerpo desnudo,cubierto parcialmente por mis alas,porque sabía que mi amor adoraba eso.

Me miro y sus ojos carmesí brillaron,y cuando lo note solo pude articular tres provocativas palabras.

-Ven aquí...Diabolo-.






La estructura que los dos habían creado en conjunto, era impactante.La sencillez con la que la crearon, provistos ahora de ese nuevo e limitado poder aun los sorprendia.

Era del oro más puro jamás contemplado,con titánicas esculturas de ángeles rodeandola.Los pasillos internos desembocaban en cientos de habitaciones vacías,pero que en muy poco tiempo estarían llenas.

Afuera,un piso dorado en el cual la estructura reposaba, dejaba ver incensarios labrados de los cuales un humo blanco que significaba adoración se elevaba en el cielo rojizo y ardiente de Mercurio.

Lo sublime y majestuoso de su creación aún a ellos mismos los maravillaba.Era lo primero,un lugar de confrotanción,y luego de encierro.No su residencia, ellos querian que esta reposara en el espacio y que pudiera verse colosalmente desde cualquier planeta.

Eran como Él...Pero no les alcanzaba eso.No serian su igual,serian su reemplazo,uno mas eficiente segun su orgulloso parecer...un maquiavelico cambio de guardia.

Luzbell acarició con sus dedos una de las columnas,lo hermoso le fascinaba,y mucho más cuando en todo su imagen, podía reflejarse tan nítidamente para cualquier ojo.

Ciclio sonrió al ver a su aliado pasearse por su reciente construcción con tan deleitable embeleso.

-Veo que te gusta..Parece que somos afines, por eso se nos hizo tan sencillo-le comento.

Los ojos profundamente celestes del aludido se enfocaron en el Centinela.

-Eso parece...¿Puedes sentirlo...no es verdad?-le dijo en respuesta.

-Puedo-contestó el otro,sin titubear-Ellos vienen...Son cientos de miles los que Él ha enviado...Los cielos casi quedaron desiertos...Vienen armados y preparados para hacernos frente-.

El de cabellos blancos sonrió de nuevo, y elevo en todo su diametro,sus alas escamosas, después de estirar sus brazos al desperezarse.

-Lo ansio...Tanta espera me esta dando sueño..Quiero seguir ya a lo que viene-anunció él-¿Crees que lo sepan?.

Ciclio oyó la enigmática pregunta, y la comprendió.El elemento les daba una conexión casi perfecta.

-No...no lo saben Luzbell...Creen que vienen a pelear una guerra-dijo llevando su vista hacia los ángeles en camino-Pobres,pequeños y faltos de entendimiento...No lo saben...pero pronto lo sabrán-.

Luzbell camino despacio por el patio que brillaba como un sol refulgente,mirando a la distancia pensativamente mientras ladeaba con gracia la cabeza,repitió las mismas palabras,pero como una amenaza inminente.

-Si...Pronto lo sabrán-.

Mercenarios.Where stories live. Discover now