Polvo

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— ¿Queréis un poco más de té?

Los cuatro chicos asintieron cuando la mujer desconocida volvía de la cocina con una bandeja llena de tazas y una tetera con té en su interior. La señora había sido muy amable de dejarlos pasar, de darles de comer y ahora calentar sus cuerpo con un calentito y delicioso té que recorrían por sus gargantas proporcionándoles algo de calor. Aquella noche fue la más fría desde que salieron.

¿Cómo habían llegado a esta situación? Todo se resumió entre encuentros alienígenas y golpes de suerte.

Cuando TaeHuyng y HoSeok fueron cegados por aquella intensa luz, sus cuerpos temblorosos cayeron al suelo suplicando clemencia a los supuestos alienígenas que habían ido a por ellos. TaeHyung aún recuerda cómo su cabeza comenzó a imaginar ser secuestrados por ellos, subirlos a su nave y comenzar a hacerles pruebas extrañas mientras él y su amigo lloraban horrorizados. Pero no más lejos de la realidad sólo se trató de una simple persona portando una linterna. Cuando el menor de ambos clavó su cabeza en la tierra y balbuceaba palabras ininteligibles, HoSeok comprendió todo y se sintió patético por la escena que habían montado. Tan sólo era una mujer que los había perseguido y ellos jugaron a imaginarse películas de ciencia ficción en sus cabezas.

La señora sorprendida de ver a dos jóvenes por esos lares les llovió a preguntas, preguntas que no sabían si decidirse a responder con sinceridad o simplemente montar una mentira creíble. Así qué, con sus cabezas calientes aún, tan sólo aclararon que se habían perdido. Los chicos siguieron a la mujer desconocida hasta una camioneta que tenía estacionada fuera del rango de árboles y maleza y los invitó a subir para llevarlos a su casa. No muy convencidos, pero sin tener más remedio lo hicieron.

Dentro del vehículo, HoSeok explicó que habían más como ellos perdidos y la mujer suspirando ante la locura juvenil decidió poner en marcha el motor para buscar al resto entre la oscuridad de la noche. Tardaron casi media hora en encontrar a la pareja del grupo que caminaban sin rumbo. Luego comprendieron por qué estaban caminando en la noche en vez de dormir; habían escuchado los gritos de sus amigos y se habían asustado. Continuaron buscando a los tres restantes, pero después de una hora la mujer recomendó volver y buscarlos mañana a la hora del día. NamJoon por supuesto se negó, pero también sabía que a esa hora debían de estar durmiendo y los ruidos y movimientos causados por ellos se reducían a cero y con ello las pocas probabilidades de encontrarlos.

— Aquí podéis dormir dos —la señora abrió una puerta frente a ellos—. Y en ésta, otros dos —señaló ahora la habitación contigua.

— Gracias —dijo TaeHyung antes de que la mujer desapareciera escaleras abajo.

— No te preocupes, mañana los encontraremos —tranquilizó HoSeok al rubio, quién tenía el rostro serio y la vista baja.

Los chicos dividimos en dos, entraron en las habitaciones ofrecidas y no dudaron en tirar sus cuerpos sobre el colchón. Jin quitó sus prendas, quedando con una simple camiseta, NamJoon sintiéndose más incómodo y desconfiado sólo quitó sus zapatos y se metió bajo las sábanas junto a Jin. Les habían dado una cama grande y estuvieron agradecidos de ser así, porque incluso siendo camas separadas abrían terminado durmiendo juntos en una de ellas. Jin enredó sus piernas con las de NamJoon y éste con sus brazos, dándose calor mutuo para conciliar el sueño. Aunque les costara sabiendo que tres de ellos aún seguían ahí fuera.

TaeHyung y HoSeok no tuvieron tanta suerte. Su habitación, un poco más pequeña, estaba amueblada con una sola cama y muebles coloridos infantiles. Sobraba decir el tamaño del colchón que tuvieron que compartir. HoSeok miraba la cama como si con sus ojos pudiera agrandarla, mientras tanto TaeHyung observaba cada rincón de la habitación, percatándose de los muñecos llenos de polvo en las estanterías y de los dibujos hechos a mano que decoraban las paredes de un color azul pastel.

Escape [BTS/BL]Where stories live. Discover now