Escape [BTS/BL]

Bestia

— ¡¡¡¿¿Pero esto qué es??!!!

JungKook y Jimin se sobresaltaron por el repentino grito, miraron hacia la puerta de la casita y luego se miraron entre sí, preguntándose qué había sido eso.

Aquella voz, por muy fuerte que hubiese sonado, no fue procedente del exterior sino del interior. Jin, el dueño de la estruendosa voz, aún tenía sus manos juntas sobre sus labios, con los ojos desencajados y sin creer lo que había visto.

Cuando el mayor, harto de permanecer en la incómoda tienda de campaña y ser atacado por mosquitos, salió de ella dando zancadas por todo el patio hasta llegar el interior de la casa, se quejó sin detenerse bajo las atentas miradas del resto de chicos, los cuales estaban en la mesa del comedor en medio de una interesante partida de póker.

NamJoon no había esperado ni medio segundo en levantarse alarmado por la repentina aparición del castaño, el cual no dejaba de echar humos invisibles por sus orejas. Comprobó que nada le hubiese ocurrido, mirando incluso bajo su ropa, lo cual recibió un manotazo por el descaro. Pero Jin no había sufrido ningún golpe, arañazo o picadura grave, simplemente estaba furioso por dejarlos como si nada allí afuera mientras ellos se divertían jugando toda la noche. ¡No era justo! Es por eso que acabó rompiendo con la apuesta y quedándose allí junto a su novio, viendo como éste prácticamente ganaba la partida.

Después de la victoria del rubio, los chicos fueron cayendo ante el sueño y quedando dormidos en las camas asignadas por Ken, sobreviviendo por ahora Jin, NamJoon y Ken. Bueno, quizás decir que la mitad de Jin, ya que estaba casi dormido sobre el hombro del rubio, aguantando todo lo que podía hasta que decidieran irse todos a dormir, pero NamJoon viendo que en una de sus cabezadas acabó con la cabeza enterrada entre su entrepierna, pensó que era hora de llevarlo a la cama.

Jin sintió la mullida y cómoda cama bajo su cuerpo y se acurrucó en ella con una sonrisa boba en el rostro, esperando que el lado junto a él se hundiera y el calor corporal de su novio le diera luz verde para abrazarlo toda la noche, pero no fue lo que ocurrió y el castaño abrió perezosamente sus ojos, viendo la habitación completamente vacía a excepción de él.

"¿Dónde está?", se preguntó algo inquieto, esperando por él sin poder cerrar sus ojos y conciliar el sueño que tanto ansiaba, pero no sin su desastroso novio junto a él.

Varios largos minutos transcurrieron hasta que Jin bufara y quedara sentado en la cama dándole vueltas a la cabeza y preguntándose dónde podría estar. Era tarde y todos estaban acostados, ¿por qué él no? ¿Quizás habría ido a comprobar que su hermano estuviera bien...? No, NamJoon en su vida había ido a comprobar que su hermano se encontrara durmiendo plácidamente, definitivamente no era eso.

Con el peso dormido de su cuerpo, se levantó y salió fuera de la habitación viendo todo oscuro, apenas una pequeña luz proveniente de la planta baja. ¡No era posible que aún siguieran jugando! Con casi la misma rabia con la que había entrado, bajó los escalones con sus pies descalzos y llegó hasta la cocina, viendo a un chico de espaldas.

— ¿De verdad crees eso de mí? —preguntó la voz que claramente era de su amigo Ken.

— Ya te lo dije, no me fío de ti. Y por mucho que pretendas sonreírme y ponerme buenas caras eso sólo consigue que desconfíe aún más de ti —contestó la voz de NamJoon.

— ¿Crees que voy detrás de Jin? —cuestionó soltando una risa en un suspiro.

— Creo no, vas detrás de Jin.

— Jin es mi amigo, jamás podría verlo como algo más.

— No mientas.

— No miento, no me interesa más allá de nuestra amistad. Además, ¿qué más te da a ti? Tan sólo es tu amigo, ¿no?