Hogar

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Hogar dulce hogar.

Los pulmones se llenaron del aire limpio y fresco del lugar. No contaminaciones ni malos olores, aquí, en el pueblo, el aire era tan limpio como la ropa recién lavada. Lo único que no olía a detergente ni a suavizante.

Echaron de menos el silencio, la brisa fresca incluso en días de verano, el susurro tranquilizador de los árboles, la corriente del río que cruzaba todo el pueblo, el ladrido de los perros en la oscura noche e incluso los buenos días de sus vecinos.

La vida en la ciudad era más activa, por no hablar de la variedad que podías encontrar en ella, pero también se le podría nominar como tóxica hasta cierto grado. Su aventura fue peligrosa y emocionante, pero quizás ninguno estaba preparado para aguantar más días fuera de su hábitat.

Éste era el lugar al cual pertenecían.

Habían pasado dos meses desde que volvieron al pueblo, cumpliendo así con sus castigos y continuando con las obligaciones de cada uno. Algunos padres fueron más blandos en el asunto del castigo; como lo serían los padres de TaeHyung y Jimin. TaeHyung no era un bebé recién apartado de los brazos de su madre, pero ella le costaba verlo como un chico que estaba creciendo y que necesitaba madurar, aunque mirando el lado bueno, TaeHyung sólo tuvo dos semanas de castigo.

Jimin tuvo un mes, pero como sus padres viajaban tanto, era como si nunca hubiese llegado a tener castigo. En cambio tuvo que cumplir con la promesa de su amigo TaeYong, dándole una cita a su hermana.

Quizás JungKook podría haberse molestado, o aún peor, no entender la situación. Pero el pequeño del grupo no llegó a verse por las calles del pueblo, ni siquiera en la casa que él mismo proclamaba como hogar, y no sólo Jimin lo echaba de menos, sino todos. Hasta su hermano NamJoon, que cumplió con el castigo más largo; siendo dos meses completos hasta poder ver a sus amigos fuera de la escuela.

El clima había bajado sus grados, octubre comenzaba a hacerse notar y el cambio de ropa lo aseguraba.

NamJoon soltaba el humo de su cigarro mientras miraba el agua correr río abajo. La hierba nunca fue tan cómoda como ahora. Recordaba quejarse cuando a veces se iba a casa con los jeans manchados de ésta, o lo fría y mojada que estaba en épocas de bajas temperaturas. Y ahora, a pesar de sentir su leve frío, le parecía incluso más cómodo que sentarse en su sofá.

— Hey —YoonGi golpeó su hombro amistosamente cuando llegó y se sentó a su lado—, qué se siente salir de la guarida?

— Quizás ahora entienda a esos animales que hibernan —la sonora carcajada de YoonGi le impresionó hasta a él mismo. YoonGi no era un chico que se carcajeaba de cualquier cosa, pero quizás la emoción de volver a sentirse libre merecía ese toque—. ¿Qué tal con Jackson?

— ¿Bien? Sí, bien.

— ¿Nada más?

— ¿Qué quieres que te diga?

— ¡No sé, dime tú, te lo tenías tan callado! Hasta ayer no supe que habías empezado a salir con Jackson.

— No exageremos. Sólo llevamos dos semanas.

— Suficientes para contarle a tu amigo —NamJoon esperó por una explicación y una historia detrás, porque... ¿Jackson? Wow, eso si que no se lo esperó. Pero apenas una palabra salió de los labios del mayor cuando fueron interrumpidos por HoSeok y TaeHyung.

— ¡Familia! —TaeHyung se tiró a los brazos de los chicos sentados en el suelo.

En menos de diez minutos Jin y Jimin también aparecieron, cerrando así su circulo; o quizás no del todo.

Escape [BTS/BL]Where stories live. Discover now