Cumpleaños

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Hace unos meses, más concretamente por el mes de febrero, HoSeok celebró la mejor fiesta de cumpleaños que jamás había presenciado. En aquel pequeño pueblo, donde todos los acontecimientos que ocurrían se basaban en el fallecimiento de un anciano o algún cotilleo que otro sobre vecinos, él consiguió armar un gran escándalo dentro de aquel tranquilo pueblo. El cual lo llevó acabo en cuanto sus padres dejaron la casa después de haber pasado la tarde celebrando su cumpleaños, como personas normales y civilizadas.

Pero no era aquello lo que HoSeok quería, por una vez, él ansió una locura, como aquellas que se veían en las películas americanas. Lo quería y fue así cómo lo hizo:

Con ayuda de sus amigos, los cuales fueron extendiendo el rumor por todo el pueblo, consiguió llenar su humilde casa hasta arriba de jóvenes sedientos de locura. La casa estuvo atestada hasta arriba, apenas se podía pasar por los estrechos pasillos del hogar. HoSeok no podía estar más que conforme con aquello.

El joven TaeHyung, impulsado por la adrenalina del lugar, vagó por cada rincón observando el gran ambiente que se hubo creado. Para él fue como una experiencia nueva y alocada, algo que no estaba acostumbrado a ver y mucho menos vivir. En menos de quince minutos perdió a su grupo de amigos y se mezcló con la multitud. Dio con un círculo de chicos sentados en el patio de la casa y no pudo evitar tener curiosidad por lo que hacían. Los chicos sentados se percataron del menor y lo convencieron para que se uniera a ellos, por supuesto todos sabían de la edad del chico, pero siendo así, pensaron que sería más divertido.

La mayoría de las personas que estaban dentro de aquella casa no se conocían entre sí, fue una autentica demencia llevada por una mente de igual rango. Su único propósito era el de un chico arrastrado por la locura y por ello cometerla.

El castaño sentado entre la multitud, fue bebiendo a medida que se equivocaba en el juego. Pensó que era malísimo, pues de cinco partidas, cuatro fueron las veces que tuvo que beber. Se sentía mareado y asqueado, aquella bebida no era para nada su gusto, pero no quería ser el único raro entre ellos que se negara a seguir jugando. Ya tenía fama de raro en la escuela como para asegurarlo más. Después de más de diez tragos, el cuerpo del castaño cayó en el hombro de quien tenía a su lado. Todos rieron y decidieron que la broma ya tuvo suficiente, por lo que lo ayudaron a llegar hasta uno de los sofás de la sala, dejándolo ahí solo mientras volvían a lo suyo.

HoSeok después de cruzarse por allí con un par de botellines en sus manos, no pudo evitar mirarlo, detenerse para acercarse y darle un toque en el pie para que lo mirase, pero en cambio lo que recibió fue una queja y que su cuerpo terminara por desplomarse a lo largo del sofá. El pelinegro se asustó de inmediato y dejó los botellines sobre la mesa. Llevarlo hasta su habitación le costó bastante, pues hasta él iba hasta arriba de alcohol. Lo dejó tendido en la cama y en cuanto estuvo a punto de marcharse, algo agarró la comisura de su camiseta. Miró al causante observándolo desde abajo, con sus ojos idos y un notable rubor en sus mejillas.

TaeHyung no quería que lo dejara solo, estaba borracho y no le gustaba, la habitación no paraba de dar vueltas y eso, aparte de marearlo, lo asustaba. Quería que parase, pero por más que lo gritaba en su interior, aquello no cambiaba. Tras convencer a su amigo, ambos quedaron sobre la cama boca arriba, mirando el techo y sin decir nada. La intención de HoSeok era que se quedara dormido y así él pudiera seguir con su estruendosa fiesta pero, para su mala suerte, quien quedó dormido fue él. TaeHyung le hablaba, sin percatarse de que éste ya estaba bien dormido, cuando se hartó de hablar idioteces solo, giró su cabeza y vio a su acompañante con los ojos cerrados. "¿Se ha dormido?", fue lo que pensó coherentemente TaeHyung.

Giró su cuerpo y quedó apoyado con sus codos en el colchón. Nunca había observado tan detenidamente a su amigo y ahora que lo hacía le parecía demasiado atractivo. Siempre le gustaron sus prominentes pómulos; cómo estos subían cuando su sonrisa se formaba en su rostro. Sin pensárselo llevó sus manos a las mejillas del pelinegro y las subió provocando dichos bultos que hicieron reír a TaeHyung. Jugueteó con ellos mientras el otro no se enteraba de absolutamente nada, hasta que se aburrió y quedó simplemente observándolo.

Escape [BTS/BL]Where stories live. Discover now