Capitulo 1. "¡Entra! ¡Naruto y Hanako Uzumaki".

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La aldea estaba en llamas. Se podía ver como la gente estaba mal herida o algunas sin vida, ni siquiera se podía mirar el cielo por el espeso humo que lo cubría.

Pero mas alejados de la aldea, en alguna parte del bosque se encontraba una dura escena.

El cuarto hokage, Minato namikaze y su esposa Kushina Uzumaki.
Futuros padres de dos pequeños bebes, que yacían frente a la pareja.

La Uzumaki se había emocionado mas que nunca cuando se entero que no solo seria un bebé, su sorpresa fue mayor cando supo que en su vientre yacía alguien mas. Un varón y una dama, pero no todo salio como ellos esperaban.

La pareja le costaba respirar, y se podían ver profundas ojeras en sus ojos, La razón, la gran garra del kyubi les atravesó a ambos. La pelirroja tenia controlado al zorro por su técnica de sellado, pues sobresalían cadenas de su espalda deteniendo a la gran bestia.

El cuarto Hokage no se quedaba atrás pues al igual que su mujer, protegió a sus dos bebes de ser asesinados por la enorme garra de la bestia con colas.

Pero Minato debía sellar esa bestia en el interior de sus hijos, para a si de esa forma salvar a la aldea de mas desastre y destrucción. Los dos bebés estaban en una pequeña cuna que al parecer era idéntico a un altar.

—Con esto estoy tranquilo.— Hablo entrecortado mientras Gematora, la rana desaparecía con un pergamino.— Kushina. ya no me queda mucho tiempo de vida, terminaré con el Hakken Fuuin. Quiero guardar un poco de mi chakra en Naruto y Hanako también, no podremos verlos en un tiempo.

—Aprovecha ahora y di lo que quieras decirles.—

—Naruto, Hanako...— hablo Kushina.

—No sean egoístas, Coman vegetales, Crezcan sanos y fuertes, asegúrense de bañarse todos los días y mantenerse en forma. Duerman temprano, necesitan dormir mucho y sobre todo...— su voz cada ves se entre cortaba más.— Hagan amigos. No necesitan muchos amigos, solo algunos, aquellos en los que realmente puedan confiar. Yo no era muy buena en eso, mantenganse al día con sus estudios y practiquen mucho Ninjutsu. Recuerden que todos tenemos fortalezas y debilidades; a si que no se depriman si no pueden hacer algo como eso. Respeten a su Sensei y compañeros de clase en la academia...— Tomo aire para decir las palabras que recordó.— Cierto... Esto es importante, es sobre las prohibiciones de un shinobi: Sean muy cuidadosos con su dinero, ahorren lo de sus misiones y no lo mal gasten porque podrían arrepentirse. No beban hasta que tengan veinte años, beber es malo y puede llevarte a la ruina, a si que si beben que sea con moderación. Otra prohibición son las mujeres y para Hanako pues los hombres. Yo soy mujer a si que no se mucho sobre eso pero, recuerden siempre esto: Este mundo crea un hombre para una mujer y una mujer para un hombre, a si que es natural que les interese sus sexos opuestos, pero no se busquen a una mala pareja busquense a una como papá y yo. Hablando de las tres prohibiciones cuidense de Jiraiya-sensei, Dattebane.— sonrió al igual que Minato.— Naruto, Hanako, a partir de ahora, van a enfrentar mucho dolor y momentos solitarios pero... Crean en si mismos, nunca abandonen sus sueños ¡Tengan la confianza para volver ese sueño realidad! ¡Apoyense el uno y el otro! ¡Tengan unos fuertes lazos de hermanos!— Gritaba mientras su voz estaba quebrada apunto de romper en llanto.— Hay tantas... Tantas cosas ¡Muchas cosas que me gustaría decirles y enseñarles! Quiero estar con ustedes por mas tiempo...

—Los amo.—

Las lágrimas no tardaron en caer, Minato estaba muy conmovido por las palabras de su esposa.

—Minato perdón.— Se disculpo la Uzumaki aun llorando.— Soy la única que ha hablado.

—No importa.— Negó con su cabeza sonriendo.— Naruto, Hanako, las palabras de papá son las mismas que dijo mamá.

Uzumaki Hanako ~ El destello rojo en una flor. Where stories live. Discover now