Uzumaki Hanako ~ El destello rojo en una flor.

Capítulo 15 "¡Un nuevo episodio comienza! ¡El examen chunin!"

Otra mañana comenzaba en el aldea Konoha, luego de haber pasado varios días desde la última misión que hizo el equipo siete. El sol salía entre las cabezas esculpidas de los Hokages, dando a ver que sería un lindo día soleado.

En la casa de los Uzumaki, podía verse como una pelirroja se estiraba en su cama bostezando adormilada por estar recién despertando. El cuarto de Hanako estaba repleto de pergaminos y libros de jutsus que diariamente leía para informarse o entrenar aquello que le llamaba la atención, bien al fondo era toda una come libros.

Sabía que hoy debían hacer unas pequeñas misiones con Kakashi, ni siquiera serían unas misiones serías pues lo más probable es que solo fueran tareas de la aldea. Y pensó que al igual que ella Naruto debía estar despertando en el otro cuarto, pues tenían habitaciones propias.

No se preocupaba demasiado en apresurarse para salir de la casa y llegar a la hora asignada por Kakashi, el albino siempre llegaba una o dos horas luego de aquéllo.

Unas pequeñas mariposas aparecieron en su estómago al pensar en aquel hombre, aún no podía acostumbrarse del todo. Era cierto, ellos estaban en medio de una relación algo rara.

Y es que Hanako aveces pensaba en lo problemático que era tener un romance escondido con Kakashi, era un gran trabajo. Eran definitivamente una pareja o algo así, pues desde que volvieron de la misión en el país de la ola, pues el mayor estaba demasiado atenta a ella.

Los abrazos y caricias aveces la tomaban por sorprendida, sin pensar que Kakashi era alguien demasiado frío pero a la vez empalagoso con ella. No malinterpreten, pues el sensei estaba consciente todo el tiempo de que estaba teniendo una pequeña relación con su alumna.

Dejando fuera los besos y aquéllas cosas que aún no esta apto para Hanako, o por lo menos hasta donde pudiera contenerse.

La chica se levantó suspirando, dándose cuenta de que ya estaba pensando en ese hombre para perderse en aquellos pensamientos raros.

—Buenos días.— saludo a Naruto quien ya estaba sentando en el pequeño comedor que tenían en su casa.

—Buenos días, dattebayo.— respondió éste con sueño mientras comía una tostada de desayunar.

Hanako se sento frente a Naruto, tomando una tostada y dándose cuenta del pequeño detalle de que la mesa estaba hecha un desastre. Muchos sobres de ramen vacíos y envoltura de comida, de verdad el rubio le daba trabajo a su hermana.

Naruto no sabía nada, ni la más mínima idea de que su hermana estaba teniendo una especie de relación con su propio sensei, y sinceramente Hanako no estaba lista para decirlo pues ya se imaginaba la reacción de este.

Tal vez a Sakura le pediría unos cuantos consejos, ella era buena en esas cosas.

Una gota resbaló por su cabeza al ver como Naruto tenía sus ojos muy chinos por el sueño, mientras movía la caja de leche la cual estaba muy vacía.

—Me adelanto.— la chica se paro de la mesa dirigiéndose a su cuarto.

—¡Espera!— se quejó el rubio al ver la repentina prisa.

La pelirroja se vistió con su ropa de entrenamiento, que era la misma de siempre. Una camisa color crema, que dejaba a la vista sus brazos y dos botones del cuello abiertos, sus pantalones cortos negros que apretaban su cintura dándole unas lindas curvas, y el largo no era más abajo de sus muslos.

Desde sus antebrazos hasta su muñecas estaban con vendas que ayudaban a hacer más presión en cuanto daba los golpes para pelear, al igual que su pierna izquierda la cual estaba vendada hasta más arriba de su rodilla y la acompañaba su portador de armas ninjas.