VENGANZA © (Segunda parte de AMOR).

Capítulo 28

Llegar hasta su escondite fue laborioso y completamente agotador, debe tener mucho miedo si invirtió dinero y mucho empeño en ocultarse en medio de la nada "Sí es un cobarde, justo como lo pensé" lo que me sorprende es que solo tenga un hombre para que lo proteja, aunque no debería de confiarme demasiado; un solo hombre puede ser suficiente si está bien entrenado y así debe de ser este hombre, pero yo también estoy decidida a hacer lo que sea necesario para obtener mis valiosas respuestas.

John observa la cabaña, el silencio es espeluznante y hasta cierto punto peligroso, si no nos movemos con cuidado, podríamos alertarlos y eso crearía una ventaja para ellos "¿Dónde estás?" por alguna razón escogió este escenario, lejano y solitario, lo que no entendió; es que este escenario también me sirve e incluso mejor que a él "Aquí nadie escuchara tus gritos"...

—Recuerda que aquí no habrá ayuda, así que piensa lo que harás antes de actuar, no te dejes llevar, al menos no tanto —saca de la mochila las dos armas 

"Me acabas de quitar toda la diversión" escondo el arma en el tiro de mi pantalón y él solo la esconce en una discreta cartuchera que se camuflajea con su vestimenta oscura. La modesta cabaña parece derrumbarse al leve soplido del viento, pero está muy silenciosa y sus cortinas negras, nos impide ver lo que hay dentro, si es que se esconde allí.

En medio de nuestra curiosidad y nerviosismo, vemos la puerta abrirse, pero nadie salir de allí, a los pocos segundos el cuerpo corpulento y enorme de un hombre cubre la puerta, sus ojos nos miren y por esos cortos segundo siento como su penetrante mirada nos descubre, pero sus ojos siguen viajando alrededor de la cabaña "Estuve muy cerca" la marca de su ojo deja al descubierto la peligrosa vida que haya llevado y los momentos tortuosos que probablemente le ha dado más que a una persona, y que promete hacernos vivir.

—Me gustaría que esto fuera rápido, así que hagan las cosas fáciles y salga de una vez —baja los tres escalones de la cabaña —Tomarme mi tiempo es lo que me gusta disfrutar, pero mi jefe tiene prisa —prosigue y al quedar frente a la cabaña John se levanta 

—Es una pena que nuestros planes choquen de esa manera —el grandulón sonríe de lado y su marca se resalta por el movimiento.

Salgo tras John y esa malévola mirada se centra en mí, su mirada recorre mi cuerpo y me señala divertido.

—Así que eres tú quién le causa tanto temor a Stephen, el pequeño cobarde se esconde de una pequeña y débil mujer, de hecho, si estuviéramos en otra situación, me habría divertido contigo —se acerca a John a grandes zancadas —Terminaremos pronto, lo prometo, será sin dolor —John esquiva su primer golpe y logra asestarle un puñetazo en el estómago.

Su risa escandalosa me provoca escalofríos y sin esperar golpea John fuertemente es la cien, el cuerpo tambaleante de John termina cayendo al piso, ese golpe que me paraliza el cuerpo y detiene mi respiración "Solo un golpe basto, para hacerlo caer" retrocedo y me pongo en posición de atacar, sin embargo, el hombre solo se limita a verme; es evidente el regocijo que siente al verme tan vulnerable y expuesta "No soy rival para él".

—No quiero hacerte daño, mejor disfrutemos el momento a solas —mi labio inferior tiembla de miedo "Si me toca, estaré muerta" —Ven —niego y sus ojos brillan de diversión y algo más, sus oscuros pensamientos brotan por la fría y burlona sonrisa que me dirige.

Abro y cierro mi mano y el dolor solo se expande "Casi pude romper mis dedos" arremete de nuevo contra mí y esta vez alcanza a poner sus manos sobre mi cuello, lo presiona y el aire empieza a escasear, toso angustiada y desesperada por respirar "No puedo creer que así sea cómo vaya a morir" cierro los ojos y las lágrimas resbalan por mis mejillas, al borde del abismo recobro fuerzas y lo golpeo en su entre pierna, el rugido que salió de su boca al sentir el golpe, fue el necesario para que me soltará.