Capítulo 64

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Los días no son fáciles, Theo aún llama por la noches, por las mañanas... Llama a toda hora buscando alguna respuesta valida, una que no duela tanto, pero...No tengo nada que decirle que calme su dolor, yo también sufro y me odio por esto; pero es temporal, una mañana nos levantaremos y esto será solo un recuerdo... Un día dejara de doler, solo espero poder aguantar hasta ese día.

No e vuelto a saber nada de John, lleva una semana sin venir ni llamar; sé que no lo entiende... Pamela me llamo a noche, llorando y furiosa, me grito que Theo no se merece esto; que no nos merecemos esto y tal vez tenga razón, hemos tenido suficiente sufrimiento.

Michelle vino esta mañana a quererme a hacer cambiar de decisión, pero no voy a cambiar nada, sí sé que eso puede costar caro... Al menos a hora todos piensan de igual manera, no soy la misma Marily. Hoy en la tarde tengo cita con Demián, le envíe un mensaje a Theo avisándole, espero y pueda asistir, también espero que no me pregunte nada sobre este tema; temo que si insiste pueda ceder, lanzarme a sus brazos, para luego hacerlo sufrir de nuevo...

El teléfono de la cocina suena, me levanto con pereza "Hoy amanecí muy cansada, con sueño y hambre".

—Hola...

—Buenas tardes, señora... Evans, le avisó que su... Que el señor Evans se encuentra aquí abajo —dice de manera nerviosa la joven portera

—Gracias, ahora bajo —el cuerpo me empieza a temblar.

El corazón late con más fuerza y las manos me sudan; respiro un par de veces antes de moverme "No quiero sentir esto ahora, no hoy" tomo mi bolso del sofá y camino directo a la puerta, tengo que controlarme.

Las puertas del ascensor se abren y salgo, veo a Theo parado a un lado de la puerta; se ve cansado, pero apuesto cómo siempre, lleva su traje habitual, ese que ocupa sólo para trabajar.

—Buenos días —saludo al detenerme a su lado.

"Huele delicioso" me mira a los ojos y Lugo la desvía.

—Buenos días ¿Estás bien? —pregunta mientras una de su grandes y suaves manos toca mi barriga.

"Todo lo bien posible".

—Sí —evitó preguntar cómo está él

—Qué bueno, vamos, no queremos llegar tarde —me toma de la mano.

Esa corriente llega golpeando mi cuerpo, si no me alejo lo suficiente terminaré cediendo.

Me abre la puerta de su auto y me subo, me pongo el cinturón de seguridad mientras él se sube "Todo el auto está impregnado de su aroma" enciende el auto y nos ponemos en marcha.

El recorrido a la clínica fue eterno, o al menos eso sentí; no hablamos ni nos miramos, es cómo si decidiera ignorarme o ignorar los hechos.

Estaciona el auto y se escucha el seguro arriba, abro la puerta sin esperarlo y bajo huyendo de él y ese aroma que amo, pero, sobre todo, huyendo de las ganas inmensas que tengo por tocarlo.

Antes de entrar toma mi mano aferrado a no soltarla; suspiro y camino a su lado, no sé qué está haciendo... Detiene las puertas del ascensor antes de cerrase, entramos y una joven mujer, de rasgos muy delicados se mueve quedando a su lado.

Su mirada lasciva recorre con descaro el cuerpo de Theo; sin poder evitarlo aprieto la mano de Theo "Sólo eso me faltaba para hacer este día más insoportable".

—Lamento molestar, pero ¿Me podría decir que hora es? —pregunta la mustia.

Espero y Theo no caiga en su juego y le diga la ahora a está...

VENGANZA © (Segunda parte de AMOR).Where stories live. Discover now