Capítulo 35

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Lentamente siento el cansancio invadir mi cuerpo, estoy agotada, cada mañana es lo mismo, no logro mantener el desayuno dentro de mi cuerpo y como siempre John es quién se ocupe de limpiar el desastre. Atontada por el leve mareo lo veo bajar la tapa del váter y jalar la cadena, su rostro se mira cansado "Soy yo quién no le permite descansar" me sujeta de ambos brazos y me ayuda a ponerme de pie, con la mirada fija en mis pies me guía hasta el lavamanos, dónde solo puedo ver mi rostro agotado.

—Me veo fatal, mira el tamaño de mis ojeras —mojo mi cara y roso con mis dedos esas dos grandes manchas bajo mis ojos —¿Cómo es posible que no duerma por las noches? todo el tiempo me siento cansada, puedo dormir siempre que quiero, pero se rehúsa a dejarme hacerlo por las noches —pone la toalla frente a mí

—El doctor nos habló sobre los cambios que empezarías a experimentar, se me hace normal tu aspecto —seco mis manos y miro cómo él continúa haciendo sus cosas sin prestarme atención —No te preocupes por pequeñeces, los cambios físicos son temporales, ocúpate mejor en...

—¿Pequeñeces? Es muy fácil hablar al respecto, no eres tú quién siempre hace sentir miserables a los demás —busco su mirada 

—Créeme que para nosotros tampoco es fácil —susurra dándose la vuelta

—¡Ves! ¡¿Ahora entiendes lo que digo?! ¡Nadie me soporta, a estas alturas no me sorprendería que todos me abandonaran! —y como un grifo abierto, las lágrimas salen.

Su suspiro profundo hace que llore con más fuerza "¡Sabía que ya nadie me tolera!" regresa y despacio me saca del baño, me sienta en la cama y de rodillas frente a mí limpia mi rostro.

—Jamás me iré de tu lado ¿Ves? sigo aquí —el llanto se tranquiliza y él se sienta a mi lado.

Me abraza y recarga mi cabeza en su pecho, su tranquila respiración y los pausados latidos de su corazón me arrullan "Theo me abraza de la misma manera, me acurrucaba y me acompañaba hasta que me controlaba, justo cómo lo está haciendo John" cierro los ojos adormilada, pero los abro al sentir la fuerte vibración que viene de su pantalón, me quito de su lado y él responde la llamada, tras unos pocos segundos su semblante tranquilo desaparece.

—¿Quién era?... ¿Qué pasa John? —se pone de pie y frustrado lleva las manos a su cabello.

Tras unos segundos por fin me mira a los ojos, baja las manos y noto su mano blanca por la presión que ejerce al sostener el móvil.

—Era César, dejaron un paquete en la puerta —se acerca y angustiado sostiene mis manos —No es buena idea que lo veas, traer de nuevo eso no te hará bien estando...

—Trae el paquete, averigüemos que es y después decidamos que hacer —cierra los ojos mientras niega —Confía en mí —me suelta las manos y se va sin verme.

Sé a qué temé y es algo a lo que también temo, pero debemos de estar preparados para cualquier cosa, no es que ellos hayan decidido dejarme atrás, así como yo los he dejado atrás. Jamás comprenderé que es lo que planean, ni las razones que los motiva, pero ahora tengo otras prioridades y no voy a permitir que vengan a perturbar la vida de mi bebé...

John entra junto con César, este último se mantiene en la puerta, mientras John se acerca a darme ese sobre sucio que bien pudo haber sido de un amarillo claro. Nerviosa sostengo el sobre y curiosa lo abro sin esperar demasiado "Veamos que sorpresas hay dentro" volteo el sobre tirando los papeles sobre la cama; miro los desordenados papeles y la duda flota en mi mente "Si quiero dejarlo atrás no debería ceder a su provocación, pero si lo ignoro ¿Qué costo tendré?" recojo la pequeña hoja rasgada que sobre sale del resto de los papeles...

"Tardé más de lo previsto, pero como entenderá no solo es usted quién corre riesgo; le entrego los expedientes originales sobre el caso de su esposo, el detective fue muy claro sobre lo importantes que son.  Espero no volver a saber uno del otro."

"Después de tanto esperar, por fin tengo la verdad frente a mí" John me quita la nota de las manos.

—Esto no significa nada —con la vista en los papeles escucho sus susurros "No significa nada, es cierto, estos papeles no cambiarán nada" —Marily... —"Haga lo que haga él jamás volveré, no importan" —¡No importa a cuántos borres del mundo, Theo jamás volverá! —su rugido furioso pone mi piel de punta —¡Theo está muerto! —y el más fuertes de sus rugidos derribo todo lo que había construido con esfuerzo.

Los muros caen ruidosamente, cada uno mojado por las amargas lágrimas que fluyen como río embravecido "Theo está muerto" recojo los papeles y los guardo de nuevo dentro del viejo sobre "Theo está muerto" me levanto y mis piernas se doblan, me sujeto de la cama y al sentir las manos de John las quito "Theo está muerto"...

—Marily...

—Esta bien —interrumpo sin verlo, me enderezo y veo a César quien todavía tiene la nota en su mano —Entiendo... —la voz se me corta y solo logro estirar la mano, César entiende lo que quiero y se acerca hasta dejar la nota sobre mi mano 

—Yo solo quería —prosigue, pero se calla al no saber que decir

—No digas nada más, no tienes derecho de hablar sobre sentimientos que no conoces... Tú no sabes la agonía que siento, el dolor que vuelve siempre que creo que por fin estaré bien... —jalo aire para controlar el llanto —¿Crees que no sé qué Theo está muerto? soy yo quien vive con su ausencia, quién duerme sola en esa cama, quién siempre ruega tenerlo de nuevo... Te dije que te escucharía, que haría lo que quieres, sin embargo, me juzgaste antes de poder hablar —aprieto la nota hasta arrugarla.

Me escondo en el guardarropa y cierro la puerta con seguro, sigo hasta la ropa de Theo y me siento en el piso, miro el fondo como si entre toda la ropa pudiera verla "Creí que no volvería a abrirte" muevo la ropa y saco la caja escondida en el fondo, la miro sin poder atreverme a abrirla, sin pensarlo más la abro y veo la camisa blanca de Theo, pongo el sobre dentro y la cierro de nuevo, con el pie la empujo dentro de nuevo y me levanto aguantando la arca que amenaza con vaciar de nuevo mi estómago.

"Necesito un poco de aire o tal vez, estar cerca de ti" saco la hoja mal doblada que traigo escondida en los bolsillos de mi pijama y la desdoblo:


"Para mi amado esposo:

No sé qué decir sin sonar desesperada, pero realmente estoy desesperada y agotada de vivir sin ti a mi lado o al menos hacía era hasta hace poco, días como hoy quisiera que todo fuera una horrible pesadilla, que tú jamás te hubieras ido.

No sé exactamente el porque escribí esto, pero conforme seguía escribiendo las cosas iban tomando sentido; la angustian se desvaneció y la emoción de conversar contigo me avivo el corazón como fuego ardiente, así que continúe hasta aclarar mis ideas y saber que decirte, no hay nada emocionante que contar, pero sí te diré lo que siento al no tenerte.

No quiero ponerte triste, así que solo te contaré lo más relevante (No sé claramente que es, pero algo se me ocurrirá) bueno continuemos... 

Han ocurrido muchas cosas, noticias que te sorprenderías de saber, algunas te causarían de dolor, pero otras una inmensa felicidad, por cierto; ya descubrí ese gran secreto que no quisiste confesar, me hizo feliz descubrir que me amabas (aunque ya lo sabía) ... Quiero agradecerte por amarme como lo hiciste, por permanecer junto a mí a un cuándo no era buena compañía, es algo que no pude pagarte, pero espero que mi amor haya sido suficiente.

Mi vida sin ti se sintió muy sola, al menos solo el comienzo, ahora hay muchas personas a mi alrededor, personas a las que aprecio mucho y las cuales deseo tener para siempre, de hecho, hay una personita muy especial que me a ayudado a centrarme, a pensar mejor las cosas y a por fin decidirme a cerrar una etapa de mi vida (la odiarías) sé que no es mucho y es aburrido, pero espero que de esta forma puedas comprenderme mejor o al menos un poco.

Te amo Theo, siempre lo hice y lo seguiré haciendo hasta que no haya aire en estos pulmones."


Doblo la carta y cansada de fingir que todo va bien, dejo las lágrimas fluir, permitiendo que el dolor salga tanto como quiera.

VENGANZA © (Segunda parte de AMOR).Where stories live. Discover now