Catch me, I'm falling » KaiSoo

Febrero 29 - Día 44

  Acostado aquí a tu lado en la oscuridad
Sintiendo tus latidos con los míos
Suavemente susurras, eres tan sincero

Así que vengo a ti, con los brazos abiertos
Sin nada que ocultar, cree en lo que te digo
Esperando que veas lo que tu amor significa para mí
Abre los brazos

(EXO - Open Arms)

***

11:46 — Kyungsoo
Quiero verte.

12:01 — Jongin
Puedo ir a verte a las ocho y media.

12:03 — Kyungsoo
¡Eso muy tarde! ¿Ya me estás engañando?

12:05 — Jongin
Oh, sí, ella es sensual, no pude resistirme.

12:06 — Kyungsoo
Mientras me ames más a mí.

12:06 — Jongin
Por siempre, no lo dudes.

12:07 — Kyungsoo
Nos vemos pronto.

12:07 — Jongin
Está bien.

xx

Fue una extraña especie de deja vú subir a su habitación, había nervios y emoción retorciéndose en mi estómago cuando tomé el ascensor para ir hasta su piso, me balanceaba de un lado a otro con la punta de mis pies. Llevaba mis pantalones negros favoritos, tenía mis manos dentro de los bolsillos de mi sudadera de color azul marino mientras caminaba por el pasillo sonriendo como idiota.

Podía sentir rápidos y fuertes los latidos de mi corazón en mi pecho, recordé su llamada y me dio más nervios, poniéndome ansioso. Vagamente, me pregunté si todos alguna vez se habían sentido así, si habían sentido que sus órganos se saldrían de su piel o algo parecido a eso. Cuando era pequeño, solía pensar en la persona de quien me enamoraría, de cómo sería, como hablaría, pero en ninguna de mis fantasías infantiles hubiera predicho cómo se sentiría estar enamorado, sentirse intoxicado al estar unido con otra persona.

Si pensara en eso, estar enamorado de alguien que te ame de vuelta era un extraño tipo de seguridad, aunque a veces se sintiera todo lo contrario. En un mundo donde todos parecen estar tan solos, amar a alguien era como asegurar un ancla en el mar más bravo. Era tener a alguien en quien podías aferrarte mientras caías y ya no estabas solo.

Entré por la puerta, encontrándolo envuelto entre sus sábanas y profundamente dormido, oyendo cómo un suave ronquido salía de sus labios entreabiertos. Mi pecho se contrajo con una especie de cariño doloroso. En ese momento, quería más que nada abrazarlo y susurrarle promesas en sus párpados.

Me quité mis zapatos, estiré las sábanas y me subí a su lado detrás de él; coloqué mi mano en su cintura, presionando mi nariz contra el algodón de su camisa.

Él se movió perezosamente debajo de las sábanas hasta que quedamos rostro con rostro, nuestras narices casi rozaban mientras Kyungsoo parpadeaba para despertar. Su cabello era un desastre, cayendo hasta sus ojos. Con mi mano, acomodé su cabello castaño hacia atrás y dejé un beso en su frente. Pensé que tal vez había cruzado la línea pero no ponía contenerme.

Él solo sonrió y frotó su nariz contra la mía.

—Hola.

—Buenas noches, cariño —le contesté, colocando mi mano en su cadera y una sonrisa se hizo presente en mi rostro. Los lugares en donde su cuerpo estaba aprisionado contra el mío se sentían cálidos y confortantes, también se me hacía un poco difícil de respirar pero no estaba del todo relacionado con el cáncer.