Mayo 17 - Día 119

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Debí haber sido más cuidadoso, debí salvarme a mi mismo
Mi cabeza está llena de recuerdos de ti
Tu rostro, el sonido de tu risa

No me dejes, sólo déjame estar a tu lado
No importa lo mucho que lo piense
Porque eres tú, la respuesta eres tú

(EXO - My Answer)

***

«Pasaría mi infinito en océanos de ti». 

*** 

Habíamos pasado la última semana siendo optimistas cuando luchábamos por contener las lágrimas y él seguía sabiendo quién era yo, pero cuando desperté esa mañana lo único que podía encontrar en mi pecho era un lugar tranquilo que crecía en temor. Ya nada se sentía real, nada excepto por Kyungsoo y a veces Chanyeol, el resto del mundo era tan solo figuras de cera y mis dedos se deslizaban en ellas.

Eran las 8:47 a. m. mientras viajaba en el tren en silencio y me llamó la atención la idea de que esto ya no era saludable, se suponía que yo debería de ser el fuerte y sin duda, esto no era exactamente ser fuerte.

Este era Kim Jongin cayéndose a pedazos.

Antes de entrar a su habitación ya sabía que él no me iba a reconocer, era la forma intangible cuando sabes que alguien que amas está lastimado o que tú has hecho algo mal. Eso no significaba que estaba exento a la mordedura de dolor que brilló en mi estómago cuando Kyungsoo me miró con ojos curiosos.

—Hola.

Le sonreí, aquella falsa sonrisa que cada vez se me hacía más fácil de proyectar. Ahora las mentiras caían con suavidad de mi boca.

—Hola, soy Jongin. Voy a hablar un poco contigo sobre tu operación, ¿está bien?

Él me miró durante un largo momento, ese familiar reconocimiento brillando en su mirada agotada. Se veía tan cansado, como si no fuera nada más que huesos, sangre y ojos que nadaban con agotamiento al igual que pequeñas gotas de lluvia que se disolvían en la nada. Creo que si me dieran una opción, daría todo lo que tengo a cambio de que acabara todo su dolor.

—Eso está bien.

—Genial —Me moví para sentarme con mis piernas cruzadas en el borde de su cama, podía sentir el suave edredón desgastado debajo de mí—. ¿Estás nervioso?

—Un poco. —El miró hacia abajo en dirección a sus manos.

Ojalá pudiera hacer que él dijera las palabras que podía ver escondidas por debajo de su piel, poder decirle que todo iba a estar bien y así él me entendería.

—¿Tienes miedo de morir?

Él parecía estar sorprendido por la pregunta, por un momento sus ojos se hicieron un poco más grandes de lo que ya eran.

—No lo sé.

—Creo que yo sí tengo miedo de morir —le dije, dejando que la farsa cayera un poco.

«Te amo. Te amo mucho y nunca había tenido tanto miedo como ahora. Tengo miedo de no poder seguir sin ti. ¿Qué haré sin ti, Do Kyungsoo? ¿Qué haré?».

—¿No sería bonito que cuando murieras pudieras nadar en tus recuerdos? —Me preguntó, interrumpiendo mi tren de pensamientos—. ¿Poder pasar el resto del infinito viajando en tus memorias?

«Pasaría mi infinito en océanos de ti».

—Nada podría dolerte estando ahí —le comenté, mis pulmones me dolían con cada inhalación y mi corazón con cada exhalación—. Me pregunto si puedes sentir algo estando ahí.

Él se encogió de hombros.

—Tal vez lo averigüe por ti.

—Espero que no.

Kyungsoo intentó sonreír.

—Yo también espero que no.

Escuché el forcejeo de la puerta y Soojung apareció en la entrada con su portapapeles en mano. Me di cuenta de la expresión de su rostro cuando nos vio, era una composición de tristeza que se formaba en su mirada.

—Los doctores quieren verte, Kyungsoo; aún hay algunas pruebas rápidas que necesitan hacerte —Ella apenas podía mirarme—. No hay prisa, quiero decir, si aun están hablando.

Él se encogió de hombros moviéndose para salir de la cama.

—Está bien. —Su camisa de algodón colgaba de su cintura, sus pantalones estaban exageradamente por debajo de sus caderas debido a lo delgadas que estaban. La enfermedad nos había devorado a los dos, pero mientras lo miraba maniobrar con torpeza hacia su silla de ruedas, me di cuenta de lo delgado que se había puesto, su forma de moverse era casi como si estuviera volando, sus grandes ojos negros estaban vidriosos y sus delicados huesos resaltaban en su pálida piel. Me puse de pie para ayudarlo a sentarse en la silla de ruedas.

—Gracias —murmuró dándome una delgada sonrisa en forma de gratitud—. Lo siento, ¿cuál era tu nombre?

Un breve destello de esperanza aprisionó mi pecho.

—Jongin, es Jongin.

Él me miró directo a los ojos, la mirada se volvió intensa por un momento mientras yo lo veía a él.

—¿Por qué preguntas? —Mi mano se detuvo en el brazo de plástico de la silla, era incapaz de quitarla de ahí.

Él se encogió de hombros, el momento pasó cuando me dio una media sonrisa y sacudió su cabeza como si su cabello aún estuviera allí.

—Nada, pensé que te parecías a alguien a quien solía conocer.

—Me dicen eso muy a menudo —Últimamente él me había dicho eso muy seguido—. Buena suerte.

Él asintió, sus labios se curvaron en una sonrisa.

—Gracias.

Kyungsoo comenzó a deslizarse hacia la puerta, el deseo que tenía de tomarlo entre mis brazos una última vez era casi doloroso. Mis manos casi se estremecieron ante esa sensación, era una necesidad de abrazarlo y hacerle recordar quién era yo. Pero él no podría recordarme y yo tampoco podía hacer eso, así que envolví mis brazos alrededor de mí mismo y fingí que era él, estaba temblando de frío.

—Nos vemos pronto —le dije en una extraña combinación de una invocación y una promesa.

Él se dio vuelta para darme una última mirada.

—¿En serio?

Sonreí cruzando mis dedos y los mantuve así para que él los viera.

—En seis horas —agregué.

Él me dio un rápido movimiento de afirmación con su cabeza antes de que Soojung empujara su silla de ruedas para llevárselo y su rostro parecía casi culpable mientras echaba un vistazo hacia la dirección en donde yo estaba.

Miré hacia el suelo justo en donde la esperanza se mantenía a mis pies, era lo único que me mantenía vivo.

—Nos vemos pronto, Kyungsoo.

***

Fiel a mi costumbre, actualizo de madrugada c:

Que Kyungsoo no haya recordado a Jongin me dolió a horrores como siempre.

En unas horas publicaré el capítulo siguiente, para ver los resultados de la operación y de paso, para terminar con la incertidumbre que pocos se atreven a decir: ¿Kyungsoo vivirá? ¿Ustedes qué piensan? 

Cuídense mucho, besos y abrazos para ustedes. 



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