Abril 22 - Día 94

1K 173 29
                                    

Kyungsoo — 11:16 a. m.
Te extrañé ayer.

Jongin — 11:17 a. m.
Fui a visitarte, pero entonces recordé que no soy el único que te ama.

Kyungsoo — 11:17 a. m.
Debiste entrar, hubiera sido encantador tenerte aquí.

Jongin — 11:18 a. m.
¿Me puedes explicar por qué tu propia casa te recuerda más a la muerte que un hospital?

Él se tomó su tiempo en responder, dándome tiempo suficiente para tratar de comer algo de desayuno. Aún estaba firme y conforme con mi anterior decisión de dejar solos a Kyungsoo y a su mamá para que trataran de arreglar lo que sea que haya salido mal en su relación. Sin mencionar que eso me había dado una oportunidad para hablarle a mi mamá, lo que creo que nos hizo sentir bien a los dos.

Kyungsoo — 11:24 a. m.
Ven.

Jongin — 11:24 a. m.
Está bien. xx

Kyungsoo — 11:24 a. m.
Bien.

xx

Cuando llegué a su habitación Kyungsoo estaba acurrucado entre sus sábanas, se veía un poco miserable; tenía puesto su beanie por debajo de su frente, sus ojos apenas se veían por la sombra que este causaba. Él estiró una de sus manos cuando entré, agitando sus dedos para que yo los tomara. Había algo suave en la atmósfera, una paz delirante que solo me hacía querer acurrucarme a lado de su cuerpo y tenerlo cerca de mí, poder respirar lo que nos quedaba de nuestras vidas entre los hoyos de nuestros huesos.

Dejé mi bolsa en el suelo y me quité mis zapatos, doblé un poco los tubos de mi tanque de oxígeno mientras me metía por debajo de las sábanas, dejando que mis dedos se colocaron alrededor de su cintura mientras me acercaba más a él.

—Hey —murmuré contra su cuello, sentía lo cálido de las sábanas rozando mi piel y envolviéndome cómodamente.

—Me siento triste hoy —dijo con suavidad mientras se acomodaba para que nuestros cuerpos encajaran a la perfección—. Es por eso que odio verla, me hace sentir como si tuviera un agujero negro en medio de mi estómago queriendo succionar todo lo que tengo dentro de mí.

Le di un suave beso en su cuello murmurando contra su piel.

—Podemos estar tristes juntos. —Eso más que nada fue como una garantía.

Él asintió mínimamente.

—Solo quiero que ella entienda, pero no puede. Ya no puede entender nada más. Ella cree que puede, pero no creo que entienda que de verdad me estoy muriendo hasta que me vea muerto.

Dejé escapar un «hmm» entre mi respiración.

—No lo sé, por lo poco que escuché sonaba como que entendía o al menos trataba de hacerlo. Ella solo quiere asegurarse de que eres feliz, Kyung.

—No, ella solo quiere que viva un poco más, mi felicidad no es parte de eso. —No me perdí la amargura en sus palabras, eran cortantes y desgarradoramente tristes.

Pensé en presionarlo para que me diera más detalles, hacer que me explicara, pero estaba bastante seguro de que todo llevaría a lo mismo; comprarle más tiempo, era como algún tipo de comodidad, siempre querías más. Pero no siempre se puede obtener lo que quieres.

—¿Por qué tu casa te recuerda a morir? —le pregunté cambiando de tema, no era una pregunta muy fácil pero era una que me molestaba en una forma que no me dejaba en paz.

Él no me respondió enseguida, pasó sus dedos sobre mi brazo acariciándolo por debajo del algodón de mi camisa dándome pequeños golpes en él.

Catch me, I'm falling » KaiSooWhere stories live. Discover now