Catch me, I'm falling » KaiSoo

Mayo 1 - Día 103

Hoy te sostendré entre mis brazos, te daré todo mi corazón y alma. 

Tú eres mi todo, de por vida. 

Incluso si vuelvo a nacer,  la razón tiene que ser tú...

Sólo deseo mirarte a ti por toda mi vida.

(EXO - For Life)

***

Me había tomado gran parte de los últimos dos días en lograr tener mi despedida. Normalmente era un escritor decente, o al menos uno eficiente, pero después de tener una hoja en blanco de papel descubrí que no podía colocar mi corazón en ella.

Quería agradecerle, hacerle saber lo especial que era, decirle que lo amaba en todos los idiomas que conocía y en los que no.

Después de dos largas noches y mañanas en las cuales había garabateado y tachado más palabras de las que tenía adentro de mí, estaba listo para arrancarme el corazón de mi pecho y usarlo en lugar de un discurso con palabras, lo colocaría en el papel y sangrando le haría saber lo mucho que lo amaba.

Escribí la mayoría de mi nota para Kyungsoo en el tren. En mi mente, me rehusaba a llamarlo «despedida», era más como una carta de amor en lugar de un discurso de despedida para un funeral. Terminé justo cuando el tren hacia su última parada, mis manos temblaban mientras escribía las últimas líneas.

Cuando llegué a la habitación de Kyungsoo, Luhan y Sehun estaban a su lado en la cama, Luhan estaba acurrucado debajo de las sábanas junto con Kyungsoo, mientras que Sehun los miraba con cariño desde el extremo más lejano de la cama.

Todos miraron mi carrito que llevaba mi tanque de oxígeno, los saludé con mi mano mientras me quitaba el bolso de mi hombro. Era la primera vez en todo el año que había podido ir con Kyungsoo solo con una camisa y mis pans, ya no tenía que ponerme chaquetas ni abrigos, al menos por ahora, debido al caluroso aire de mayo.

—Llegaste tarde —me dijo Kyungsoo con cierto engreimiento en su voz que fue cortado solo por el brillo juguetón que tenía en sus ojos.

Dirigí mis ojos hacia el reloj.

—Rayos, Kyung, tienes razón. Dije que estaría aquí a las 3:00 y son las 3:02, ¿cómo podrás perdonarme?

Él dejó escapar una suave risa mientras que Sehun colocaba sus ojos en blanco.

—No lo sé, pero si vienes y te acurrucas conmigo sería un comienzo.

Sonreí ampliamente metiéndome debajo de las sábanas mientras que Kyungsoo y Luhan se acomodaban para darme más espacio. Sehun nos dio una mirada tierna desde el pie de la cama sosteniendo su carta doblada en su mano.

—¿Entonces haremos esto aquí? —pregunté colocando la sábana alrededor de mi cintura acomodándome a lado de Kyungsoo.

—Bueno, no pienso moverme —aclaró Luhan pegando las sábanas en su pecho—. No hay forma de que salga de aquí.

Sehun colocó de nuevo los ojos en blanco siguiendo una rutina de divertida desaprobación que hubiera sido efectiva si no fuera por las curvas de sonrisa que se formaban en su boca haciendo cálida su mirada.

—Podemos quedarnos aquí, está cómodo.

Asentí.

—Bueno, ¿quién quiere ir primero?

La mano de Luhan se alzó casi violentamente en el aire.

—¡Yo voy primero!

Kyungsoo asintió.