Catch me, I'm falling » KaiSoo

Abril 23 - Día 95

Voy a volverme loco, quiero ser codicioso.

Quiero tenerte entre mis brazos, decirte que te amo.

Pero son falsas esperanzas

porque cuando la mañana venga, no recordarás.

Tengo miedo de ser olvidado,

No no no, regresa.

(EXO - She's dreaming)

***

Eran cerca de las dos de la tarde cuando llegué al hospital y me dirigí a su habitación, escuchaba aquel particular sonido que venía de mi tanque de oxígeno cada vez que las ruedas se deslizaban por el azulejo. Kyungsoo estaba acostado con sus brazos extendidos en la cama y sus ojos bien abiertos concentrados viendo el techo.

Golpeé con cuidado el marco de la puerta, mirándolo con algo más que una pequeña curiosidad. Por lo usual, él se acostaba acurrucado y escondido entre sus sábanas, método que lo ayudaba a combatir los dolores de cabeza, pero no podía pensar en otra razón por la que él estaría viendo el techo como si estuviera pensando en algún tipo de secreto.

—¿Que estás haciendo, Soo? —le pregunté desde la puerta, quitándome mi chaqueta y dejando mi bolso en el suelo como siempre lo hacía.

Su rostro se dirigió hacia donde yo estaba, sus ojos negros encontraron mi rostro primero, luego pasaron por mi cuerpo y se detuvieron en donde mi tanque de oxígeno estaba. Dirigió su mirada de nuevo a mi camisa justo a la altura de mi cuello notando mi prominente clavícula; finalmente, me miró a los ojos, era como si se estuviera asegurando de que no había perdido ninguna parte de mi cuerpo desde la última vez que nos vimos.

—No estoy seguro, algo se siente mal hoy.

Me moví para sentarme en mi silla estudiándolo perplejo. Sus vendas habían sido removidas, las cicatrices rosas de su frente estaban siendo cubiertas por su beanie, los últimos signos de su caída habían comenzado a desaparecer.

—¿Algo en particular? —le pregunté apoyando mi pie a su lado.

Él se encogió de hombros en un movimiento tembloroso.

—No lo sé, se siente como si hubiera algo que debería saber pero no lo sé —Él mordió su labio pareciendo un poco avergonzado—. Lo siento, no hago este tipo de cosas... Pero te me haces extrañamente familiar...

Traté de responderle pero las palabras se quedaron atrapadas en mi garganta. Sabía que esto iba a pasar, lo sabía y aún no estaba preparado para saber lo que se sentía mirarlo y saber que no tenía ni la menor idea de quien era yo. Para él nunca existí, solo era algún tipo de vago recuerdo, debía de recordarme pero no tenía la capacidad de hacerlo.

Era mejor para él si pudiera olvidar, si pudiera tomar toda la felicidad que le había dado y dejar la tristeza atrás, pero no estaba seguro si pudiera soportar una vida en donde Kyungsoo no supiera quién era yo. La cosa sobre los recuerdos es que no dependen de solo una persona, pertenecen a las personas que las han vivido y ahora solo me pertenecían a mí.

Fue el sonido de la voz de Kyungsoo que me sacó de mi horror interno, su voz era suave y preocupada.

—¿Estás bien, amigo?

Asentí con rapidez, tratando de darle una sonrisa.

—Sí, lo siento, me distraje un poco —Quité mi pie de su cama con lentitud, cruzando mis pies en el suelo—. Soy Jongin.