Prólogo/Sinopsis

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Sinopsis

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Honrado con la capacidad de cambiar a cualquier forma, Naruto Uzumaki es la máxima autoridad cuando se trata de los cambia-formas del país del fuego, y como el Shihai-tekina su palabra es ley.

Cuidar de su gente no es tarea fácil ni un juego de niños, mucho menos cuando cambia-formas renegados empiezan a atacar. Su necesidad principal es el de cuidar de los suyos y protegerlos sobre cualquier costo. Al menos, hasta que lo encontró a él. Con una lengua viperina y unos ojos tan negros como la noche, Sasuke llego a su vida para poner a todos sus animales interiores a ronronear de gozo, no importa si el dulce gatito saca sus garras, Naruto se encargara con mucho gusto de domesticar a su gato interior, incluso, si tiene que amarrarlo a su cama.

Sasuke Uchiha se encontraba en el lugar y momento equivocado. Al seguirle la pista al traidor de su hermano termino en el territorio del Shihai-tekina , acusado de ser uno de los cambia-formas renegados, su gato interior saca las garras para poner en su sitio a aquel lobo maloliente, lo que no contaba es que en ese instante el Shihai-tekina hiciera acto de presencia. Ahora no sólo tenía que soportar a un lobo maloliente, sino también al idiota más grande del planeta. Y aunque su gato ronroneara de aprobación por semejante macho, Sasuke no cederá. Al menos, no de inmediato.

Por desgracia para ambos el momento no puede ser peor, los renegados han invadido el país del fuego buscando venganza, para proteger al hombre que hace vibrar su corazón y su cuerpo, Naruto tendrá que enfrentarse contra los que han invadido sus dominios para iniciar una guerra.

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Prólogo

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En una posada en tierra de nadie, tres figuras, dos de ellas altas, musculosas y masculinas, mientras que la tercera era pequeña, esbelta y femenina.

Caminaban apresuradamente evadiendo a cualquier persona que se les interponía en el camino. Uno de ellos gruño con disgusto cuando un hombre anciano se tropezó contra él, no ayudo al viejo a levantarse, le daba exactamente igual por lo que siguió su camino haciendo caso omiso a los gritos de aquel viejo que se encontraba desparramado en el suelo con una mano en su cadera adolorida.

―Que grosero ―expresó de forma burlona la figura femenina, espero un poco pero no obtuvo ninguna repuesta. Bufó con desagrado, siempre era lo mismo con esos dos. Un dúo de idiotas amargados que no podían establecer una conversación con algún ser vivo aun si sus vidas dependían de ello. Eran unos imbéciles. De cierta manera un poco retorcida, le hacía falta el idiota numero tres. Al menos con ese, podía pelear y discutir todo lo que ella quisiera. Lástima que se encontraba en una misión de reconocimiento.

Siguieron su recorrido hasta que cruzaron la frontera de aquella tierra abandonada por la mano de dios. La figura masculina que había chocado con aquel anciano se detuvo mientras olisqueaba el aire en busca de algún olor familiar. Al no percibir nada, saco de su bolsillo trasero un medallón de oro. Se quedo observándolo de manera profunda. Ese medallón era lo único ―exceptuando su orgullo― que le quedaba de su clan. Su maldito hermano se había encargado de arrasar con todo.

―Sasuke ―hablo la segunda voz masculina―. ¿Estás seguro de entrar a los dominios del Shihai-tekina?

La repuesta que obtuvo fue una ceja alzada y una mirada fría e indiferente. Mientras seguía su camino.

FrenesíWhere stories live. Discover now