II ☾ isolation

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Abrí la puerta de la cabaña, no estaba tan mal. Conocía el hecho de que los Malik se daban los lujos a pesar de aparentar otra cosa frente a los demás. El lugar era bastante amplio, abierto y arquitectónico. Zayn tomó mi cintura y me hizo brincar de la sorpresa, le apreté entre mis brazos para después caminar juntos hacia la recámara principal.

Quité las sábanas que cubrían la cama y sacudí por encima el polvo mientras que Zayn abría las ventanas del lugar para dejar entrar el aire fresco. No había mucha suciedad ya que siempre estaba cerrado, simplemente el olor a guardado era lo único que me molestaba. Volteé a ver a mi novio y este estaba atónito observando al vacío e la habitación, como si no pudiera creer de lo que se había dado cuenta.

— ¿Qué pasa? —le tomé del hombro, preocupado.

— Es esta cama, —suspiró— es esta cama la que soñé. No sé como diablos sucedió. Dejé de venir aquí hace años. Le han remodelado un montón de veces y han cambiado los muebles, en su totalidad. Pero la cama... ¿Por qué la cama es la misma?

Esto no me gustaba, de nuevo volvíamos a la mierda rara. Le hice entender que probablemente eran sus nervios frente a la situación y evité el tema, para introducir la belleza de la vista hacia el condado que tenía la habitación. Busqué en las cajoneras y encontré un cambio para la cama, que por suerte se encontraba nuevo en una bolsa que había sido sellada al vacío. Cuando una ventisca de aire helado cruzó por la habitación, mis párpados comenzaron a pesar, arrullándome. Entré al baño para quitarme el pantalón y lavar mi cara.

Caminé hacia donde Zayn y le hice sentarse en la orilla de la cama, después, tomé lugar en su regazo. Besé si cuello mientras el debatía si las ratas de la ciudad eran más grandes que las del bosque. No supe que responder, pensaba que en lugares helados no había.

—Ven, shhh —susurré— recostémonos un rato, ¿Está bien? Nada más estamos nosotros dos aquí —retiré la camisa de Zayn y tomamos lugar juntos en la cama, su cuerpo rodeó el mío y por unos momentos, estoy seguro de que ambos cerramos los ojos y disfrutamos de la calidez que nos producíamos. Me sentí espiritualmente completo, con el chico más guapo del mundo a mi lado, en ropa interior. Esto no pasa dos veces en la vida.

—¿Liam?

—¿Qué pasó? —murmuré. El sol de la tarde cubría parte de nuestros cuerpos.

—Tengo la sensación de que venir aquí no fue la mejor idea... simplemente no cuadra que tengamos tanta tranquilidad repentina, estoy acostumbrado a otras cosas.

—Zayn, a mi lado, acostúmbrate a la felicidad.  

gods youth ii - ziamTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon