gods youth ii - ziam

X ☾ exposition

Narra Zayn.

Entré a la bóveda de los Styles por la entrada trasera, directamente. Sabía que ahí encontraría, más en aquellas horas al tonto de Harold. Con unas copas arriba, no siendo un impedimento para poder pensar y reflexionar con claridad de todo lo que pasaba. La botella de whisky me acompañaba en la mano, los tragos me habían hecho sobrellevar los problemas que surgidos por el que descansaba en un reposadero, leyendo cómics. Al entrar, no dijo nada. Me tiré en el sofá más grande, donde hace años le había hecho perder su virginidad.

—Eres un idiota, Styles. ¿Lo sabes? ¿S-sabes que e-eres un idiota? ¿Qué hiciste? Estúpido. L-liam ya no está interesado en saber de mi y es tu culpa. ¿Sabes acaso lo que es t-tener a alguien que es t-tu motor a seguir todos los d-días y que un tonto celoso te lo arrebate? —me costaba pronunciar palabras.

— No de esa forma, pero lo sé. No te había visto en años, esposo. ¿Y quieres que acepte tu relación abierta con un chico? ¡Ese debería ser yo! —se puso de pie.

—Tú sabes porque fue todo, Harry... Marissa... no me puedo sacar su mirada de la mente, es algo con lo que voy a tener que convivir todos los días por tu culpa. Es un trauma que no estoy dispuesto a confesar.

—¡FUE UN ACCIDENTE! —Harry arrojó uno de los muebles a la pared de los espejos, que formo una grieta en toda su altura. Instantáneamente cambió su personalidad para relajarse y mirarme con una sonrisa. ¿Qué se cree el desgraciado? Abroché mi abrigo que era todo lo que separaba de mi desnudez y me recosté con propósito de quedarme dormido. —Yo lo sé, Zayn... sé que me extrañas —murmuró mientras se acercaba y acariciaba mi hombro, lo permití— sé que extrañas las escapadas donde venías aquí y te hacía sentir lo que ninguna chica jamás pudo hacerte sentir —su mano recorrió el bulto de mi sexo, delineándole. Por inercia, tuve una erección. Este tipo, había hecho mi vida una pesadilla hace mcho tiempo y quería volver. ¿Tendría que dejarlo para? Igual Liam estaba a punto de dejarme para siempre. ¿Qué importa? El sexo relaja.

Su mirada dirigida a mi erección mientras le seguía acariciando sobre la tela del pantalón. No supe reaccionar. ¿Enserio si nada pasaba con Liam me dejaría seducir por este psicópata? Le tumbé del sillón de una patada, haciéndole caer de sentaderas al piso. —Déjame, no eres Liam —medité y después me recosté para darle la espalda. Cerré los ojos y me derretí en el sueño derivado por el alcohol.

Tonto Styles, por su culpa tendría que sostener una erección hasta dormirme. No podía quitarme la mirada tan tierna que tiene Liam al despertar de la cabeza, sus acciones, que me hacían sentir el hombre más afortunado del planeta.

Tenía que luchar por ese chico.