V ☾ devotion

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Noté que Zayn tenía otra expresión desde que llegué de la tienda y le conté lo de Harry. No tuve ni tiempo de regresar con él porque se mostró raro, encontrando actividades inútiles para darme el avión e ignorarme. Entendí que necesitaba su tiempo, probablemente extrañaba a su familia. Por mucho que el haya sido el de la idea de apartarnos, parecía no tomárselo tan bien como yo. —¿Te sientes bien? —cuestioné al ver que se perdía en el vacío del horizonte.

—Sí, s-sí, todo está bien —me respondió nervioso antes de levantarse e ir hacia donde yo estaba. Me abrazó por la espalda y besó mi cuello.

—Quiero asegurarme de que estés cómodo —le comenté mientras me daba la vuelta, para tomarle de la cintura— quiero entender todo lo que te importa este lugar, lo que representa para ti. Estamos juntos y lo vamos a seguir estando, quiero conocer más de ti. Hasta lo que no me quieres decir.

—Contigo aquí, el valor sentimental de esta pocilga aumenta —me apretó contra él, mientras me manoseaba. Solté un quejido cuando postró sus manos en mis glúteos. ¿Estaba horny? ¡Aún no estoy listo! Debe de entenderme: vengo saliendo de no tener amigos de todo lo que me ocasionó cuando aún no éramos novios para pasar a que me presione para tener relaciones, no lo creo. Muchas veces sí me gustaba ir más allá, acariciar su cuerpo, rosarme con él. Pero solo porque conozco muy bien que él ya tenía una vida activa con las zorristas que estuvieron antes que yo.

—Lo último que aspiro es a que llegue Harry y nos encuentre dentro del otro —expliqué para soltar una carcajada y después de un último beso, separarnos.

—Que se una —bromeó y reí de nuevo. ¡Claro que no! Tanto me había costado aceptar al futbolista ligón de él como para tenerle que compartir con alguien más. Le mandé a bañar y en su ausencia seguí acomodando el lugar. Barrí los espacios más visibles y sacudí para que la comida no tuviera sabor a polvo. Asomé a la ventana y lo que parecía ser un día soleado se había vuelto nublado y tenebroso. Casi decidí rezar para que no lloviera, arruinaría la cena del balcón.

Me senté en el bordo de la cama, aburrido. Ya había terminado los labores del aseo y Zayn recién había abierto la regadera, como si me estuviera esperando. Mi conciencia me movía, minutos atrás le había negado el momento pero ahora, tenía el deseo de meterme a bañar con él. De iniciar con todo lo conflictivo, ahora le tenía a mi disposición, en la ducha.

Ahora, lo que más quería...

... era compartir un momento con mi novio...

... un momento íntimo con mi novio.

Comencéa retirar mi ropa, cerré la puerta del lugar y apagué las luces. Abrí el baño yme coloqué desnudo en el marco de la puerta. Zayn estiró su brazo para darme lamano y me llevó hasta la regadera, donde todo se sentía tibio a pesar de queafuera estuviese gélido

gods youth ii - ziamWhere stories live. Discover now