gods youth ii - ziam

VI ☾ inception (tw: smut)

Me asegure de haber cerrado la puerta del baño. Lentamente, abrí la puerta de cristal que separaba la regadera tallada en piedra volcánica del espacio de uso común en seco. Al estar completamente dentro, cerré la puerta de la ducha y me acerqué a mi novio tomándole por la cintura, aquel, parecía haber recién enjabonado su pelo. Solté una risa nerviosa y pegando su pecho con el mío, me abrazó. Nuestros miembros se rosaron levemente, aquel abrazo era uno de los más placenteros y cálidos que había tenido en mucho tiempo con cualquier persona.

—Eres mucho más pálido de lo que esperaba —su voz gruesa alertó mientras yo volví a reír, me parecía algo inusual para decir en aquella situación, aunque claro, siendo mi primera vez en aquel contexto con él, no podía esperar otra cosa más que sarcasmo. Mi cerebro no pudo procesar palabra alguna para responderle. Me escondí en su cuello por un par de segundos, disfrutando su cercanía y el armonioso caer del agua sobre nuestros cuerpos.

Zayn me traía vuelto loco.

Suspiré para acercarme a sus labios, iniciando un frenesí pasional que incluía además de besos, caricias y apretones. Arañé su espalda como muestra de posesividad, afirmándola. El llevó sus manos directamente a mi trasero y amasó con firmeza, desde aquello, me dio a entender que sería quien llevaría las riendas del momento. No me negué. Lo quería.

Mi mano derecha viajó directamente hasta su miembro, palpitante por el sentir del momento. Acaricié con suavidad al principio mientras le seguía besando, justo para después aumentar la intensidad al verlo levantarse con mi tacto. Zayn gemía muy cerca de mi oído y eso simplemente aumentaba mi excitación. Le apreté con suavidad y soltó un alarido de placer seguido de un quisquilleo. No pude evitar reír y continuar. En sus ojos observé literalmente que me preguntaba: ¿Qué estás esperando? Así que me puse de rodillas.

Le tomé entre mis labios y mi lengua recorrió todo su diámetro, desde la base hasta la punta, para introducirle completamente en mi boca. Zayn se aferró a la piedra en los costados, sus piernas temblabas y podía sentir su miembro seguir palpitando. Comencé a alternar entre masturbarlo y mamar, viendo como los ojos de mi novio brillaban de emoción. Duré unos minutos en aquella dinámica, hasta que me tomó de la coronilla y me presionó contra su pelvis para hacer arcadas más profundas. —Ya casi llego —susurró.

Un momento después, líquido caliente de su interior cubrió mi pecho y mejilla. Me observó por unos segundos en aquella posición para después levantarme y besarme, sin pena. Nos terminamos de bañar.

Seguro Harry tendría un montón de tiempo fuera de la cabaña, esperando.