gods youth ii - ziam

VIII ☾ saltation

Narra Zayn.

— ¿Cómo te atreves, Harry? —encontré su mirada con la mía. Espero que en mis ojos haya visto el enojo incierto que sentía en mi interior en el momento. Era un idiota, hacer contacto de aquella forma no era la manera en la que esperaba iba a resolver la situación que pasamos hace años.

— ¿A qué? Durante mi vida me he atrevido a muchas cosas por placer de terceros —soltó una risa con cinismo, como un derechazo que le daba directo a mi corazón.

— Vienes, le mientes a mi novio. No sé que tipo de relación le dijiste que teníamos pero él cree que de mejores amigos. ¿Mejores amigos? ¿Después de todo lo que hiciste? Harry, me das miedo —miraba en momentos a la cocina para asegurarme que Liam estuviera lo suficiente lejos. No quería que conociera la verdad. Si lo hiciese, estoy seguro de que no tardaría en sacar a Styles de la cabaña.

— ¿Yo soy el que miente? Te habló de mí. ¿Por qué no le dijiste la verdad? —me ganó. De cierta forma era cierto, por el momento, Liam vivía bajo un engaño de lo que había sido mi relación con Harry. Y la forma en la que yo me mostraba indiferente frente a la existencia del de pelo largo nada más empeoraba las cosas.

— ¡La comida está lista! —Liam entró con un par de bandejas de madera que colocó en la mesa reposando en el centro, las cuales observamos con una sonrisa. Una delicia. Afortunadamente, la noche pasó bastante rápido. Cada que mi novio quería conocer algo que había pasado que me involucraba con Harry, dejaba mentir al rizado. Pasé todos los momentos abrazándole, mostrándome cariñoso. Y sí, me gustaba mostrarme de esa forma. Si algo tenia el idiota de Harold, era que sus conversaciones eran interesantes. No pude evitar reír cuando compartía las anécdotas ficticias pues más allá de mis nervios, el sabía manipular a las personas con su cántico.

...

Pasaron por lo menos quince días en los que traté de evitar a toda costa que mi novio fuera a la tienda. Harry, por su cuenta, nunca se había parado de nuevo en la cabaña. La relación con Liam, después de pasar tanto tiempo juntos, parecía tensarse. Muchas veces nos ignorábamos en la noche o dábamos por alto el hecho de despertar juntos. Me preocupaba, pero también sé que la culpa cae en mí por no tener el valor suficiente para preguntarle lo que sucedía, simplemente no iba con mi energía.

Por el momento, podía sacar la idea de la cabeza que la víbora de Harry era el culpable de todo. Desde que apareció en nuestra dinámica de pareja, se había disipado el sentimiento de un montón de cosas pequeñas pero bonitas que hacían la diferencia en nuestra convivencia.

Algo tenía que ser, definitivamente...

...y dudaba que ese algo no estuviera relacionado con Styles.