XII ☾ expiration

86 13 1
                                    

Narra Zayn.

En el campo de fútbol americano era común que pasara eso. Los jugadores azotaban contra el piso sin respiración o sufrían ataques asmáticos por los grandes periodos de tiempo que pasaban entrenando y gastándose físicamente. Me metí a la cabaña rápidamente en busca de Liam, le tomé en brazos y sostuve por un momento para confirmar que estaba bien. Probablemente el colapso sea nada más resultado de todo el estrés acumulado. Le abracé como nunca, tan necesitado de su cercanía y su calor. Mi pequeño. El día había sido jodidamente largo sin poder estar con él. Le llevé a la cama y cubrí perfectamente para que el ambiente tormentoso no le afectara. Me recosté a su lado y le abracé por el estómago, para comprobar en todo momento que siguiera respirando con normalidad.

Me había dado cuenta de como mis decisiones afectaban su vida. Como yo, un tonto que se dejaba llevar por los engaños e insinuaciones hacía sufrir a una persona tan maravillosa que merecía ser cuidado, respetado y acompañado sin privar ningún aspecto de su vida. Peiné el cabello de Liam por unos segundos, verle así parecía que estaba cuidando un muñeco de porcelana. Un muñeco que tenía que cuidar.

Después de dormir un rato, me levanté a calentar algo para cenar de la cena que habíamos tenido días atrás. Sobró mucha comida. Liam había pasado el día entero en cama y yo, cuidándole. No había rastro de Styles, simplemente, le perdí la cuenta cuando me metí a por mi novio. Lo menos que quería era que anduviera cerca, pensando en todo el daño que nos podía hacer. Al aparecer unas imágenes desagradables en mi cabeza, me sacudí para ignorar el tema.

Liam abrió los ojos, sin moverse mucho. Estaba cansado. —Eres un idiota, Malik —me bastó con ver su estado para ponerme a llorar, lo contagié y ambos estallamos en llanto.

—Liam, no quiero que estemos aquí. Con Harry. Él es malo, pensé que podríamos estar seguros en Lincoln pero no lo estamos, di por alto que el tiempo podía sanar heridas pero no, aquí no pasó así. Tenemos que irnos en cuanto antes —no podía ocultar más el tema con él, mucho menos cuando podía pasar algo más grave a causa de eso.

—¿Pero, qué pasa? ¿Cuál es el problema? Nunca me dices nada, mira... —débilmente, alzó su teléfono y observé la imagen que le había mandado Harry. No lo pude negar, seguía siendo el mismo psicópata de aquella vez. Pensé que la distancia y el tiempo me haría olvidar lo sucedido pero no, solo lo agravaba y me hacía sentir peor. Me afectaba. Marissa. Recordar aquel nombre me daba un escalofrío en mi espina dorsal.

—Liam... Harry es un loco —susurré a su costado, tomándole de la mano, cuando este otro se recostó de nuevo, viendo hacia mi dirección.

—No me has contestado.

—Él está obsesionado conmigo, tienes que saber lo que pasó aquí y la razón por la que mi familia no regresará jamás a Lincoln.

gods youth ii - ziamWhere stories live. Discover now