✨Capitulo Veintiuno✨

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Suspirando, agarro uno de los masculinos y pesados brazos y lo puse sobre mis hombros, así podía acurrucarme en el ángulo de su pecho y luego beso el pezón más cercano. Tiene los más sexys, pequeños, marrones, puntiagudos y perfectos pezones masculinos que he visto, sin una hebra de cabello en el pecho. Solo besarlo hace que mi sexo se estremezca otra vez, aun cuando está completamente adolorido.

Agarra mi cuerpo lánguido y lo pone sobre el suyo mientras yace en su espalda, como si fuera mi cama y mis piernas recorren la longitud de las suyas, mi cuerpo boca abajo mientras él mira al techo. Estamos abdomen contra abdomen, ombligo contra ombligo. Me acaricia la sien con la nariz mientras masajea mi trasero suavemente.

-Hueles a mí.

-Hmmm -digo.

Aprieta una de mis nalgas y roza de nuevo la nariz por mi sien.

-¿Qué significa ese "hmmm"?

Le sonrío en la oscuridad.

-Significa que quiero comerte. Tus pequeños bíceps, tus pequeños tríceps. -Me da un beso en la boca y arrastra la lengua por mis labios-. Ahora a ti.

Agarrando su mano, la meto entre nuestros cuerpos para que pueda sentir todo lo que me ha regado por el abdomen.

-Significa que voy en plan francés esta semana y no me ducharé para poder olerte en mí.

Gruñe y nos cambia de posición, así uno de mis costados está sobre la cama, luego se mueve entre mis piernas hacia donde estoy empapada en lo que acaba de darme. Sus ojos brillan en las sombras mientras desliza el semen líquido que gotea de mi muslo en un recorrido hacia mi hinchada entrada, como si no quisiera que saliera de mi cuerpo.

-¿Pegajoso? -pregunta en un murmullo áspero, inclinando la cabeza y lamiendo mis hombros mientras empuja su semen hacia el interior con un dedo-. ¿Quieres lavarme de ti?

La idea de tenerlo empujando su semen en mi interior me pone caliente, agarro su cabeza y me acerco a él.

-No. Quiero que me des más.

Lleva sus mojados dedos a mi rostro y empuja el dedo del medio entre mis labios, como si me pidiera que probara.

-Te desee desde la primera noche que te vi. -Su voz sale ronca mientras me observa chupar su dedo.

Su sabor me hace cosas locas y mi sexo arde con la necesidad de sentirlo en mi interior de nuevo.

-Yo también. -Estoy sin aliento y luchando por algo de aire mientras lamo cada gota.

Mete un segundo dedo en mi boca, y su océano salado me da fuerzas. Cierro los ojos y arrastro la lengua por toda la longitud de sus dedos. Estoy tan ansiosa que creo que gimo.

-¿Te gusta mi sabor? -murmura con voz pastosa.

-Hmmm. Es todo lo que quiero de ahora en adelante. -Con malicia, le doy una mordida en la punta de los dedos, y de pronto puedo sentir su erección regresando a mí. Algo que dije... ¿lo excitó?-. Siempre quiero mi pedazo de Justin después de la cena -continúo, y soy yo quien se está súper emocionando cuando él se endurece-. Y tal vez antes del desayuno, y después del almuerzo, y a la hora del té.

Gruñe, luego se arrastra entre mis piernas e inclina la cabeza hacia abajo para probarme. Su lengua se mueve entre los labios de mi sexo. Pestañeo con rapidez y arqueo la espalda, el calor de su boca me hace añicos. Me agarra el trasero y aprieta mi carne mientras su lengua se desliza una y otra vez sobre mi clítoris.

-Quiero... correrme... en cada... parte de... tu cuerpo... -murmura contra mi sexo, sus ojos están cerrados mientras se yergue y empuja su erección contra el exterior de mi entrada.

ERES MÍA ¡La Obsesión Del Boxeador! (Adaptada)Where stories live. Discover now