✨Capitulo Treinta & Uno ✨

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¿Él, que nunca ha tenido un hogar, quiere saber si extraño al mío?¿Cuando duermo como una reina, en una cama suave, en sus brazos, y como la mejor comida que podría comer, tengo un trabajo, y paso el tiempo con él cuando a veces es arrogante, a veces gruñón, y siempre adorable?

Dejando mi tenedor, me doy vuelta para enfrentarlo y acariciar su mandíbula con las puntas de mis dedos.

—Cuando no estoy contigo, echo de menos mi casa. Pero cuando estoy contigo, no extraño nada.

Sus hoyuelos aparecen brevemente, y me inclino para rozar mis labios con los suyos. Él gruñe suavemente y acaricia su nariz contra la mía.

—Estaré más cerca para que no extrañes —gime.

—Por favor hazlo. De hecho estoy segura de que hay bastante espacio justo aquí.

Me muevo significativamente sobre su regazo, y él muerde mi lóbulo de la oreja y me abraza fuerte, diciendo—: ¡Así está mejor!

Nos reímos, y terminamos comiendo del mismo plato, el mismo tenedor, turnándonos para alimentarnos el uno al otro.

Cuando siento su inquietud, la que viene con su manía, me doy cuenta de que parece que él quiere hacer algo. Entonces cedo mientras me domina completamente y se burla de mis labios con un roce del tenedor, y obedientemente abro la boca y le dejo alimentarme.

Me encanta el modo en que sus ojos se oscurecen cada vez que mira mi boca cuando la abro para la comida.

Él desliza su mano libre bajo la manga de satén y acaricia mis tríceps con ternura mientras se vuelve a su plato y agarra un poco para sí mismo. Lo veo tomar un gran bocado, y luego espero a que él corte más pollo y lo lleve a mi boca, junto con un poco de todo lo demás.

Observa como muerdo, saboreo, y finalmente, trago, sus labios se curvaron en una sonrisa tierna.

—¿A quién perteneces? —pregunta en voz baja, acariciando de arriba y abajo mi espina dorsal.

Mi corazón se derrite cuando deja el tenedor en el plato y desliza la mano hacia la bata, curvándose alrededor de mi cintura.

Inclina la cabeza y roza un beso sobre mi oído diciendo con voz ronca—: A mí.

—Totalmente tuya. —Me muevo, así estoy a horcajadas sobre él, y entierro mi nariz en su cuello cálido, deslizando mis brazos alrededor de su delgada cintura—. Estoy tan nerviosa por la gran pelea. ¿Tú?

Su risa retumba en su pecho profundo mientras se inclina hacia atrás para mirarme. Luce divertido.

—¿Por qué habría de estarlo? —Levanta mi cabeza por la barbilla para que sus ojos mieles capten los míos. __(tn), voy a romperlo.

La certeza en su voz tiene tal profundidad y poder, que casi siento pena por Scorpion. Justin no sólo lo va a romper, va a divertirse haciéndolo.

—Justin, me encanta la forma en que peleas, pero no tienes ni idea de lo estresante que es para mí.

—¿Por qué, __(tn)?

—Porque sí. Eres... importante para mí. Deseo que nada te toque, y cada pocas noches, sólo estás... allí fuera. Aun sabiendo que vas a ganar, me pone muy nerviosa.

—¿Pero tú eres feliz, __(tn) ? ¿Conmigo?

Su cara se tensa ante esa pregunta, y de repente se ve muy determinado, muy parecido a las veces que me pregunta: "¿Te ha gustado la pelea?" Veo la necesidad feroz en sus ojos, y sé que mi respuesta le importa tanto como a mí me importa lo que él piensa.

ERES MÍA ¡La Obsesión Del Boxeador! (Adaptada)Where stories live. Discover now