✨Capitulo Veintiseis✨

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Después de algunas increíblemente grandes ensaladas y paninis, la llevo a la suite presidencial con dos habitaciones que Justin había reservado para él y para mí. Nadie utiliza el espacio adicional, y hasta que Melanie tenga una habitación separada, decidí invitarla a la habitación vacía durante un tiempo para que podamos pasar el rato y charlar sin que nadie nos escuche.

Durante horas, las dos estamos descalzas, cada una en una cama, poniéndonos al día.

Ella me dice que Kyle está saliendo con alguien y que Pandora volvió a la cadena de fumadores desde que la batería en su cigarrillo dejó de andar y el envío FedEx para un reemplazo se retrasó debido al mal tiempo. Obviamente ese no había sido el día de Pandora.

Luego, Melanie quiere saber todo acerca de mí, así que le cuento sobre él. Las canciones que compartimos, cuando golpeé a los criminales de Scorpion con esas botellas. También le digo sobre Nora.

-Ella siempre fue demasiado inocente para su propio bien, pero ¿qué crees que estaba haciendo enviando esas postales falsas? -pregunta Mel con completa perplejidad.

-No lo sé, simplemente no puedo superar el hecho de que ella se escapara de mí cuando traté de verla.

Pensamos en ello un poco, ambas frunciendo el ceño con fuerza por la concentración, y luego ella suspira.

-Honestamente, Nora fue siempre una adorable cabeza hueca. ¿Tal vez sólo necesita un poco de redireccionamiento?

-Tal vez.

-Ahora deja de dar vueltas, y cuéntame acerca de tu nuevo romance digno de babear.

Rodando sobre mi estómago, balanceo mis piernas detrás de mí, mientras un suspiro soñador llega hasta mi garganta. Justin está entrenando y creo que planeaba correr hoy. Extraño correr con él. Extraño estirarlo, observarlo. Pero se siente tan bien poder hablar, estoy tan llena de cosas para decir que estoy teniendo problemas para vocalizar.

-Es una locura, Mel. -susurro, aunque no hay nadie alrededor para escucharlo. Pero esta confesión es tan monumental para mí, que ni siquiera puedo decir nada más fuerte que eso-. Sólo nunca me sentí así. Cada vez que Justin me toca, Mel, siento mil cosas buenas corriendo a través de mí. Mejor que las endorfinas. Creo que es la oxitocina, ya sabes lo poderosa que dicen que es. ¿La hormona mimosa? Pero nunca la había sentido antes.

-¡Lo amas, estúpida!

Me estremezco ante eso, y luego asiento vigorosamente.

-Es sólo que no quiero decirlo en voz alta -lo reconozco, mi corazón ya hace vueltas y giros de esperanza en mi pecho ante la idea de que él también me ame.

-¿Por qué?

-¡Porque puede que él no sienta lo mismo! -La sola idea me rompe el corazón.

¿Cómo funcionan las emociones con Justin? ¿Puede amar a alguien y dejar de hacerlo con sus diferentes personalidades y estados de ánimo?

Me duele pensar en ello.

La puerta principal se cierra en la sala de estar, y pasos suenan en la alfombra antes de que aparezca en la puerta. Mi corazón se acelera al verlo. Lleva una camiseta negra húmeda que dice "Chicago Bulls" en letras rojas, y hoy los pantalones colgando bajo en sus caderas estrechas son del mismo color. Se ve tan caliente, tan comestible, tan varonil que mis pechos parecen hincharse dentro de mi sujetador.

-Hola Melanie-Dice él cuando la ve.

-Oh Dios Mio- Sus ojos son redondos como pizzas mientras se endereza en la cama, obviamente impresionada por esos deliciosos hoyuelos y ese tentador pelo rubio oscuro y esos ojos mieles roba corazones. Su mano vuela hasta su boca -Oh mi puto dios, Justin. Soy una gran fan.

ERES MÍA ¡La Obsesión Del Boxeador! (Adaptada)Where stories live. Discover now