✨Capitulo Vienticuatro✨

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Con el enorme gimnasio y toda la zona, el área de equipo de pesas y el ring de boxeo, solo para nosotros dos. Los gimnasios que usa siempre se alquilan completamente para él y el conocimiento de que nadie va a venir, dispara fuego a través de mis venas.

Justin desliza sus manos alrededor de mis caderas y extiende sus dedos por mi trasero, mientras él me clava abajo en su erección.

Mi aliento se para mientras descaradamente traigo una de esas enormes manos masculinas hacia arriba, luego lentamente obligo a su agarre a curvarse alrededor de mi pecho, la hinchazón cubierta en un tanque de piel firme debajo de mi chaqueta de chándal abierta.

No se movió por un momento de infarto. Luego agacho su cabeza, y utilizo su nariz para dar empujoncitos para abrir completamente mi chaqueta de un lado, y luego del otro. La sensual manera en la que su rostro acariciaba y me destapaba subió mi temperatura varios grados. Me sentí afiebrada para el momento en que los bultos de mis pechos quedaron completamente expuestos en mi camiseta sin mangas. Antes de retroceder, Justin doblo un poco su cabeza para lamer mi barbilla, luego se echó hacia atrás para mirar, absorto, mientras sus dedos se enroscaban más fuerte en mi pecho, sus ojos medio cerrados.
Un mundo de sensaciones se precipitó a través de mi flujo sanguíneo cuando me apretó con la mano que había puesto en mí.

Su pulgar roza para acariciar a lo largo de la punta pedregosa que empuja en mi sujetador deportivo y mi top. Jadeo. Él está respirando más fuerte ahora. Sus ojos se van eclipsando a medida que se deslizan por mi abdomen plano en la ceñida camiseta sin mangas, tomando mis tonificados muslos en mis pantalones de entrenamiento, hasta a donde mi coño se encuentra ubicado en una estrecha V de nylon verde esmeralda contra su pene.

Mis músculos internos se contraen caprichosamente cuando esos ojos mieles se posan y se concentran únicamente en esta parte de mi cuerpo. Donde mi gatita mojada se presiona contra la larga erección que crece prominentemente en sus pantalones deportivos grises.

-Te quiero desnuda -dice con voz ronca.

-¿Justin? ¿Cómo puedo mirarlos a los ojos si saben lo que estamos haciendo en este momento?

Su mirada brilla de pura maldad mientras lentamente afloja mi chaqueta deportiva de mis hombros.

-Pensé que no podías apartar tus ojos de mí.

-No puedo.

-¿Así que admites que te gustan mis músculos?

-Me encantan tus músculos.

-¿Te gusta como los uso?

-Si -mi respiración es breve y entrecortada cuando me agarra por las caderas, me levanta a un soporte, y baja mis pantalones hasta que estoy en bragas y sujetador deportivo.

-¿Te gusta lo que hago con la boca? -continua.

-Sí.

En este preciso momento quiero besar mi sujetador deportivo casi tanto como quiero besarlo a él. Tiene un cierre justo en el medio, y es tan fácil de bajar como un sostén con broche delantero. Cuando Justin lentamente baja el cierre, muerdo mi labio y miro su rostro. Lleno de deseo. Masculino. Haciéndome estremecer por todas partes.

-¿Te gusta lo que hago con mis dedos? -su voz es baja y suave, y yo estoy completamente erotizada por las preguntas que me hace.

-Sí, Justin.

Descubre mis pechos, y si miro a cualquier parte excepto a él, sé que me veré desnuda en las altas paredes de espejos que nos rodean. Posee un monopolio de virilidad, este hombre, y no sé qué me haría recibir tal inmensa vista de él desde todos los ángulos. Mi sexy y musculoso Justin, gloriosamente desnudo, ¿y multiplicado por diez? Oh, dios.

ERES MÍA ¡La Obsesión Del Boxeador! (Adaptada)Where stories live. Discover now