Capítulo quince

26.8K 1.8K 1K
                                    

Ese día no compré nada para Ashley en el centro comercial, sino que me quedé con mi hermano y su novia, charlando. Recibiendo de ella, los mejores con consejos y de él, muchas palabras inservibles.

Ellos me llevaron a casa en la noche y, al llegar a mi puerta, abrí y colgué mi abrigo en el perchero. Estaban todas las luces encendidas. Al asomarme en la sala de estar, encontré a Lorianne dormida, envuelta en una manta, con un el libro que le había prestado —casi terminado— sobre ella. La miré dormir un par de segundos... ¿De verdad había estado apunto de besarla? ¿Qué carajos me pasaba por la mente? ¿Cómo es que había sido ella la primera en darse cuenta que estábamos cometiendo un error del que claramente nos arrepentiríamos los dos? Es decir, ya la había besado antes y, según ella, la había besado tiempo atrás estando ebrio, pero como no lo recordaba, no tenía validez. Mas lo que había pasado horas antes era diferente, ambos estábamos conscientes, solo que nuestro sentido común había decidido echarse a dormir y dejarnos a los dos lidiando solos con la situación.

Traté de cargar a Lorianne, pero, en ese momento, ella despertó.

—Hey —saludó y bostezó tapándose la boca—, ¿hace cuánto llegaste?

—No hace mucho. Iba a llevarte a la cama —ella alzó una ceja y supe que lo que había dicho no sonaba muy bien—. Es decir, para que siguieras durmiendo.

—Ya entendí —rió levemente y se puso de pie. Yo hice lo mismo y la seguí hasta la habitación, donde ella se lanzó en la cama bocabajo.

Estaba tomando mi pijama, cuando ella dijo:

—Perdón por lo que pasó —me giré hacia ella, quien se veía realmente avergonzada—. Sé que estás con Ashley y que buscas algo serio con ella, pero no sé por qué sentí ganas de... ya sabes, besarte.

—No hay problema, ya... ya pasó, supongo —alcé mis hombros y le sonreí, tratando de tranquilizarla.

Ella parecía estar pensando bastante, así que no dije nada más. Fui a cambiarme al baño y, cuando volví, Lorianne seguía en el mismo lugar. Apagué la luz y ambos nos acomodamos en nuestros lugares para dormir.

—¿Ibas a corresponderme? —preguntó de la nada. Iba a girarme— No te gires, prefiero hablar con tu espalda.

—Bien... Emm... Sí. No... —suspiré— Sí iba a hacerlo. Minutos después supe que tuve que haber sido yo el que detuvo todo, no tú.

—¿Por?

—Ashley.

—Sí, tienes razón. Estuvo mal de tu parte.

—¿Disculpa? —pregunté sorprendido y ella rió levemente.

—Sólo bromeo.

 
Segundos después, Lorianne se quedó dormida y yo traté de hacer lo mismo, pero las palabras de Kendall seguían en mi mente, porque ella estaba en lo cierto: debía averiguar qué querían mi corazón y mi cerebro. Yo suponía, o más bien afirmaba, que a quien quería era a Ashley.
No podía cambiar de parecer, sería estúpido si terminara borrando a una chica como Ashley de mi vida, solo para volver a arriesgarme con Lorianne.

Era estúpido hasta pensarlo.

*

    
La mañana siguiente, Lorianne ya había salido temprano, era lunes, así que había amanecido solo y el apartamento estaba en un completo silencio.

Decidí marcarle a Ashley, a pesar de todo lo sucedido ayer. Después de mucha espera, me contestó.

—Hey —saludé.

Bienvenida Otra VezWhere stories live. Discover now