Capítulo veinte

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¡Maratón de cumpleaños atrasado! 3/3
    
  

Había cambiado muchísimo desde la última vez que la había visto... más de seis años atrás.

Para explicar más mi relación con Caroline, había que volver al día en el que entró a la secundaria, en tercer año. Me asignaron a mí para darle un tour por la secundaria y explicarle cómo funcionaba todo en la escuela. No era muy guapa, pero sí muy inteligente y también algo enamoradiza. Teníamos varias clases juntos y se enamoró perdidamente de mí. Por más que traté de explicarle al pasar los años que no me interesaba, parecía no entenderlo. Traté de ser amable a la hora de decírselo, pero ella insistía que algún día dejaría mi ceguera y vería que el amor de mi vida estaba frente a mí. Pero no sucedió, me enamoré de Lorianne y eso desató su furia. Tanto, que no dejaba de amenazarla, diciéndole que me dejara y así no sufriría las consecuencias. Claramente eso tampoco sucedió. Ella reprobó el último año, por estar al pendiente de una manera obsesiva de mi relación con Lorianne y no la volví a ver o saber nada de ella.

Pero parecía haber reaparecido, con un nuevo aspecto.


—No sabes todo lo que he hecho para poder volver a encontrarte, no sabía que estarías aquí, ¡es el destino! —se acercó más a mí, pero yo me alejé.

—Tengo novia y vine con alguien —repetí.

—Eso no es problema. Al menos la zorra de Lorianne no está entre nosotros —acarició mi brazo.

—¿A quién llamas zorra? —giré mi cabeza y miré a mi salvadora con una sonrisa.

—¿Qué haces aquí?

—Vine con Chad —dijo acercándose a mí—. Disculpa, pero ¿quién demonios eres tú?

—Es Caroline —dije—, la chica que estaba enamorada de mí en la secundaria —la pelirroja rió sonoramente, burlándose de ella.

—Y supongo que no lo has superado.

—Cierra la boca —luego me miró a mí—. Chad, ¿acaso no recuerdas lo que ésta te hizo pasar? ¿La humillación, el engaño? ¿De verdad olvidaste eso ya?

Me quedé en silencio y miré a Lorianne.

—Vete de aquí —ordenó la pelirroja.

—¿Quién eres tú para decirme eso? —Caroline se acercó peligrosamente a Lorianne, quien mantuvo su posición firme.

—Lárgate —insistió, ignorando la pregunta.

Caroline estuvo a punto de decir algo, pero me interpuse entre ambas.

—Ya, es suficiente —dije—. Caroline, será mejor que te vayas, ¿de acuerdo? No vengas a crear problemas.


Ella bufó molesta y se fue, hecha una furia. Me giré hacia Lorianne, que también estaba algo molesta.

—¿Vamos a bailar? —pregunté y ella cambió su expresión. Tomó mi mano y tiró de mi hasta la pista.

De camino, pasó un mesero con una bandeja. Tomé un trago, lo bebí de una sola vez y dejé el vaso en su lugar, para seguir avanzando. Una vez en la pista, ella se acercó a mí y empezó a bailar.

Saqué mi celular y no encontré ni un solo mensaje o llamada perdida. Alcé mi mirada hacia el reloj con la cuenta regresiva para año nuevo, quedaban poco menos de dos horas. Guardé mi celular de nuevo y miré a la chica frente a mí. Su cuerpo se movía perfectamente al ritmo de la música y yo sentía que no lo resistiría más, las ganas que antes tenía de besarla, habían regresado. No sabía si era el alcohol que había consumido, pero para mí, era la chica más hermosa que había en el lugar.

Bienvenida Otra VezWhere stories live. Discover now