Deeply In Love ||Minayeon Y Jitzu||

Capítulo 4: Un beso

Pasaron varios días en los que Jihyo seguía sumida en sus pensamientos pero nadie lo notaba, pues cada vez era mejor ocultando sus sentimientos. Jungyeon y Nayeon se pasaban prácticamente todo el día juntas y esto irritaba un poco a Mina, ella quería pasar tiempo con Nayeon, era su amiga.

Las nueve chicas hacían turnos para maquillarse y vestirse. Era un día importante, JYP daría una fiesta en honor a los ganadores de los MAMA 2016, entre los que se encontraban ellas. Todavía no se podían creer que hubieran ganado dos premios, estaban subidas en una nube de azúcar rodeadas por el éxito.

— Estás muy guapa, Mina — la halagó Nayeon.

Las mejillas de la japonesa adquirieron un tono rojizo y sonrió.

— Tú también estás guapa — la devolvió el cumplido.

— Eso ya lo sabía — dijo Nayeon con sus aires de diva — pero gracias.

Mina amplió su sonrisa y miró al suelo. Nayeon era la persona más segura de sí misma que conocía, y eso le gustaba.

De repente, sintió como si alguien estuviera demasiado cerca de ella. Mina se giró para apartar a quien fuera, no le gustaba el contacto físico, pero fue demasiado tarde y los labios de Nayeon en vez de acabar en su mejilla se pegaron a los suyos.

Mina sintió una corriente eléctrica recorrerle todo el cuerpo y no quiso apartarse de Nayeon, no la daba asco. Se asustó tanto que empujó bruscamente a la mayor. Nayeon perdió un poco el equilibrio y no se cayó al suelo porque chocó con Momo.

— ¡Me habéis movido! — se quejó Momo.

— Perdona — se disculpó Nayeon.

Momo asintió y cogió unas toallitas para quitarse el maquillaje corrido y volvió a concentrarse.

Nayeon miró fijamente a Mina y ésta tampoco podía apartar sus ojos de la otra castaña. Sintió ganas de besarla de nuevo, apretó los puños para controlarse, no podía hacer aquello.

Dahyun golpeó la puerta varías veces reclamando que se dieran prisa, las siguientes tres chicas debían pasar ya al baño si querían estar puntuales para la fiesta de JYP.

El ruido devolvió a la tierra a Nayeon y Mina que salieron enseguida del baño. Dahyun y Sana se colaron en el baño y dejaron fuera a Jihyo, quien tendría que esperar a que Momo terminase.

Mina fue al salón a sentarse y analizar lo que había ocurrido en el baño con Nayeon. Las que se encontraban en el salón no se preocuparon por ella, estaban acostumbradas a que de vez en cuando Mina se encontrase en modo pausa.

Nayeon fue directa hacia Jungyeon y la preguntó si podían ir a hablar al cuarto de la última para tener un poco de privacidad. La rubia asintió sorprendida.

Pusieron el cerrojo en la puerta y las dos se sentaron sobre la cama de matrimonio que compartían Jungyeon y Momo.

— ¿Qué ocurre? — preguntó la rubia.

— He besado a Mina — contó Nayeon.

Aún no terminaba de creérselo.

— ¡¿Qué?! — exclamó su amiga.

— Fue accidentalmente — se excusó la castaña.

— ¡Eso jamás ocurre por accidente!

Nayeon puso su dedo índice sobre los labios de Jungyeon para mandarla callar, no quería que nadie escuchase nada de la conversación.

— Pues esta vez sí.

— ¿Cómo ocurrió?

— Fui a darle un beso en la mejilla a Mina y ella se giró y nuestros labios se encontraron.

Nayeon estaba roja de vergüenza. Jamás imaginó que le contaría a Jungyeon un beso con otra, sobre todo antes de Sixteen.

— ¿Cuánto duró el beso?

— Varios segundos. ¿Por?

— Eso es que le gustas — afirmó Jungyeon sin ninguna duda.

Nayeon levantó una ceja. Ella había notado que algunas veces Mina la miraba, pero estaba tan ocupada intentando que nadie se diese cuenta de que algo le pasaba con ella que no se había parado a analizar sus miradas.

— Estoy completamente segura, si no te habría apartado al segundo.

— Me tiró contra Momo.

— Utilizó demasiada fuerza porque estaba sorprendida — la excusó Jungyeon — a mí también me pasa.

...

Jihyo terminó de prepararse y fue al salón para decirle al resto de miembros que era hora de irse. Allí no se encontraban ni Nayeon ni Jungyeon por lo que tuvo que ir a buscarlas para avisarlas de que ya era la hora.

Oyó algunas voces que provenían del interior de la habitación de Jungyeon y Momo.

— No sé — dijo Nayeon dudosa.

¿Desde cuándo Nayeon dudaba de algo?

— Confía en mí — contestó tiernamente Jungyeon.

Jihyo en parte se sorprendió por encontrarlas juntas y encerradas en una habitación, y en parte no, pues ya habían estado saliendo hace mucho tiempo. En cualquier caso les preguntaría que estaba sucediendo entre ellas, como buena líder y amiga debía ayudarlas.

La líder llamó varias veces a la puerta e intentó poner cara de póquer para que ninguna de sus dos amigas notase que había escuchado parte de su conversación.

— ¡Ya vamos! — gritó Jungyeon desde dentro de la habitación.