Capítulo 7: Día en familia

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Feliz y Próspero año nuevo :)
Jihyo y Tzuyu llegaron a la casa de la primera y su madre salió corriendo a abrazar a su hija y a la pequeña del grupo. La madre quería mucho a Tzuyu casi como a una hija, ya que casi siempre que Jihyo iba a su casa era acompañada por la china.

Pasaron todo el día con la familia de Jihyo. Tzuyu estaba muy integrada ya y no era tímida con la familia de Jihyo. Cuando ganaba en algún juego de mesa gritaba de alegría sin pudor y abrazaba a Jihyo que estaba sentada a su lado. La mayor quería que siempre ganase ella para recibir sus abrazos.

Llegó la hora de irse a la cama y Jihyo fue al baño a cambiarse de ropa mientras Tzuyu lo hacía en su habitación. La sola imagen de Tzuyu desnuda ante sus ojos enrojecía la cara de Jihyo y hacía que su corazón latiese como si estuviera corriendo una maratón.

Cuando se aseguró de que había pasado el tiempo suficiente para que Tzuyu se hubiera cambiado, volvió a su habitación.

Sonrió al ver a Tzuyu en su pijama de manga larga, estaba muy adorable con él. En general la pequeña era adorable aunque midiese casi ciento setenta centímetros y le sacase ocho centímetros a ella.

— Hola — la saludó Tzuyu cuando entró.

Jihyo sonrió y se dirigió directa a su lado de la cama, el lado que pegaba a la pared.

Tzuyu se situó a su lado y las dos comenzaron a dormir.

...

Momo y Nayeon se habían echado en la cama para dormir. Las dos tenían los ojos cerrados pero ninguna caía en los brazos de Morfeo. Nayeon no dejaba de pensar en Mina y en lo preocupante que eso era, y Momo esperaba a que todos en la casa se hubieran dormido para hacerle una pregunta a su compañera.

Tras varios minutos Momo estaba segura de que nadie en la casa estaba despierta excepto ella. Decidió llamar a Nayeon dándole varios golpes suaves en la espalda para que se despertarse.

Atrajo la atención de la mayor que se giró para mirar a los ojos a Momo.

— ¿Qué pasa? — preguntó Nayeon.

— ¿Qué hay entre Mina y tú? — preguntó directamente la japonesa.

Nayeon abrió los ojos. No supo que responder, aquella pregunta la había pillado completamente por sorpresa.

— Na-nada —consiguió responder.

Nayeon agradeció que fuese de noche y que no se viese nada, tanto como cuando Mina la vio despertarse de una pesadilla por la estúpida película. Quizá en esos momentos algo más.

— ¿Y por qué os besasteis en el baño?

— Fue un accidente — se defendió.

Momo puso los ojos en blanco.

— Nadie se besa por accidente.

Esta vez quien puso los ojos en blanco fue la mayor. Esa misma frase, con exactamente las mismas palabras, le había dicho Jungyeon ayer. A Momo y a Jungyeon se les habían pegado las expresiones de dormir juntas ¿o qué?

— En nuestro caso sí ¿Por qué te crees que me tiró contra ti?

— ¿Por qué hasta ese momento no se dio cuenta de que había alguien más en el baño?

Nayeon negó con la cabeza.

— No hay nada entre nosotras — aseguró rotundamente.

Momo comprendió que no le sacaría nada más así que decidió dejarlo estar. Dentro de poco volverían a su casa y podría abordar a Mina a solas para que le contase lo que sucedía, estaba segura de que a ella si conseguiría sonsacárselo.

...

Jihyo se despertó de repente en su habitación. Se llevó las manos a la cara y sintió como había llorado durante el sueño y como seguía sollozando.

No había sido una pesadilla, o por lo menos no había sido una típica pesadilla. Había soñado que Sana se declaraba a Tzuyu y ésta aceptaba sus sentimientos y poco a poco se enamoraba de ella hasta que se hicieron novias. Tuvieron muchos hijos y ella se había quedado sola por no decirla nada a Tzuyu de lo que sentía.

— ¿Te encuentras bien? — preguntó alguien a su lado.

Jihyo sintió como el brazo de Tzuyu se situó alrededor de su cintura y apoyó la cabeza en el hombro de la líder. Jihyo sintió un cosquilleo en el vientre.

— Puedes contarme lo que te esté pasando.

— No-no es nada.

Jihyo había sonado muy poco convencida y eso preocupó a su amiga. Tzuyu levantó la cara de su hombro y observó el rostro de Jihyo en silencio. Apenas cinco centímetros separaban sus caras y eso hizo que el corazón de la castaña se acelerase como nunca antes lo había hecho, porque nunca antes había tenido a Tzuyu tan cerca de ella.

Por su parte Tzuyu estaba demasiado concentrada mirando las lágrimas que bajaban con las mejillas de Jihyo como para saber lo que ella estaba pensando en aquellos momentos.

Quitó su mano de la cintura de Jihyo y secó sus lágrimas con el pulgar.

— ¿Qué te ocurre Jihyo? — preguntó preocupada. — Creía que ya se te había pasado.

— No se me ha pasado, estoy intentando salir de ello pero me es muy difícil.

— ¿Por qué?

Jihyo pensó en como debía decírselo a Tzuyu para que lo entendiera pero que no fuese evidente.

— Es como cuando te quieres comer una tarta pero estás a dieta — ejemplificó Jihyo.

Tzuyu comprendió enseguida lo que le pasaba a su amiga y sonrió tiernamente. Ya iba siendo hora de que el corazón de Jihyo despertase.

— ¿Quién te gusta? — preguntó sin rodeos.

Jihyo se sorprendió por lo directa que había sido la maknae, era la más pequeña del grupo, pero no era tonta.

¿Quién le podía decir? Decidió dar vueltas y no contestar, si les respondía una mentira probablemente se liaría.

— Eso da igual. Lo nuestro es imposible por varios motivos.

— Que seas una idol no es un motivo.

— Siguen siendo varios.

— ¿Cuales? — quiso saber Tzuyu.

— No me corresponderá.

— Ese motivo tampoco me sirve — insistió Tzuyu.

Jihyo suspiró y observó los ojos castaños oscuros de la china. No se habían movido ni un sólo centímetro en toda la conversación, seguían igual de cerca. La situación la estaba poniendo extremadamente nerviosa, no sabía como seguir evitando a Tzuyu y tampoco quería mentirle, así que le dijo la verdad. No encontró otra salida, su mente no daba para más.

— Me gusta una de las chicas de TWICE.

Tzuyu se esperaba de todo menos aquello. Jihyo jamás había dado muestras de que le gustase alguien de entre sus compañeras. Sintió una punzada de dolor en el pecho. Su corazón no quería seguir sufriendo, pero su mente necesitaba saber quien era.

— ¿Quién es? Te prometo que no se lo diré a nadie.

Jihyo no quería decírselo, pero no tenía más opción. Si no se lo decía tarde o temprano se daría cuenta de que era ella misma quien le gustaba, y sería mucho peor.

Se armó de valor y contestó a la pregunta.

— No sólo me gusta, la quiero, la quiero mucho — Tzuyu sintió ese dolor en el pecho otra vez — y su nombre es — Jihyo cerró los ojos — Zhou Tzuyu.

Deeply In Love ||Minayeon Y Jitzu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora