Deeply In Love ||Minayeon Y Jitzu||

Capítulo 26

Mina se encontraba sobre las escaleras del porche llorando y llamando idiota a Jeongyeon ¿Por qué tenía que atacarla de esa manera? ¿Qué más la daba? Ella sólo estaba defendiendo a Jihyo de una situación injusta, a su parecer.

Chaeyoung llegó casi sin aliento hacia ella, le había costado bastante dejar atrás a Nayeon, pero había sido necesario. Si estaba la otra coreana delante Mina no podría desahogarse a gusto con ella y no le contaría lo que pasaba, pues intuía que los quebraderos de cabeza de su amiga estaban relacionados con Nayeon.

 Se sentó a su lado y la abrazó. Mina correspondió el abrazo de Chaeyoung. 

Se quedaron un rato abrazadas. La japonesa no era capaz de expresar con palabras como se sentí y ta sólo lloraba en los brazos de la menor, quien acariciaba su espalda para poder calmarla.

Nayeon llegó a la puerta y observó la escena. Su corazón se encogió al ver llorando a Mina y abrió la puerta para correr a su lado y consolarla. Pero justo cuando estaba poniendo un pie fuera escuchó la voz de Chaeyoung.

— Has hecho bien en defender a Jihyo. Pero... ¿Por qué lo has hecho?

Mina estuvo varios segundos en silencio. Los cuales se hicieron eternos para la mayor, quería oír la respuesta de Mina a la pregunta que la había planteado la maknae.

— Porque comprendo sus sentimientos.

Ninguna de las presentes entendió a que se refería.

— ¿A qué te refieres exactamente?

La japonesa tomó un poco de aire y se secó las lágrimas con una mano.

— A que a mí también me cuesta contar a mis amigas a quien amo. 

Tras la repentina confesión Chaeyoung se apartó de su amiga y la miró intensamente a los ojos. Su corazón se comenzó a acelerar ¿Estaba a punto de oír a Mina confesando sus sentimientos por la mayor?

En cambio, Nayeon sintió una fuerte opresión en el pecho. Sabía que era ella, tenía que ser ella, no podría dormir por la noche si era otra persona.

— Y esa persona es...

— Nayeon — confesó Mina y se tapó la cara con las manos.

Su calor corporal comenzó a ascender y su cara se puso más roja que un tomate. Por otro lado la maknae estaba feliz. Por fin Mina la había dicho quien le gustaba.

Nayeon dejó escapar un pequeño grito de alegría. Se tapó la boca demasiado tarde, las dos chicas a las que espiaba se habían dado cuenta de su presencia. 

Mina salió corriendo hacia la casa. Quería esconderse bajo las sábanas de su cama. Ella no quería que la mayor se enterase de sus sentimientos de esta forma. 

A Nayeon le daba igual  haberlo escuchado a hurtadillas, para ella lo que era realmente importante es que lo había escuchado. Por fin, después de tanto tiempo, hay estaba lo que más anhelaba, una confesión de la japonesa.

La coreana agarró del brazo a Mina para detenerla.

— Te amo — dijo Nayeon y la besó.

Mina correspondió al beso sin ser consciente, y cuando lo fue se separó de Nayeon.

— Yo también te quiero — susurró. 

Una enorme sonrisa se dibujó en el rostro de la coreana, quien volvió a apropiarse de los labios de Mina. Por fin eran suyos y quería disfrutarlos. 

Para cuando el resto de Twice llegó a la salida, Mina tenía arrinconada contra la puerta a Nayeon mientras se devoraban. 

Fin