Capítulo 18: Relax

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Perdón por haberos hecho esperar. Tengo exámenes y la inspiración pocas veces me visita. He puesto mucho esfuerzo en este capítulo y esperi que me haya quedado medianamente bien.
Gracias por esperar pacientemente a que actualizase y ojalá pueda subir capítulos más a menudo.
Gracias de nuevo por vuestra paciencia 😆😆😆.

Mina tenía los brazos cruzados y la mirada concentrada en un punto concreto, mejor dicho, en una persona: Momo. La castaña solía ser muy cariñosa y lo estaba siendo especialmente con Nayeon.

En su campo de visión apareció la tercera japonesa, ella le dio un beso en la mejilla, muy cerca del labio, a la mayor de Twice.
Los ojos de Mina se clavaron en ella y Sana sentía como un pequeño escalofrío recorría su columna vertebral, no le cabía duda de que era culpa de la pelinegra.

– Alejad todo lo que pueda ser un arma de Mina – susurró Jeongyeon.
– Si las sigue mirando así las matará con telequinesia – comentó Dahyun.
La rubia soltó una pequeña risa debido al comentario de la pelirroja y siguieron analizando la mirada de Mina y la probabilidad de que se quedase sin compatriotas antes de que terminase la semana.

Tzuyu se acercó a Mina para advertirla de que era su turno para la sesión de fotos, pero ésta ni la oyó ni la vio. Entonces, decidió llamar su atención tocándola un hombro. Mina se asustó por el repentino contacto.
– ¿Qué ocurre? – preguntó.
– Es tu turno – dijo con simpleza la china.
La pelinegra asintió y se dirigió al escenario para comenzar su sesión de fotos.

Momo y Sana se separaron de Nayeon en cuanto vieron que Mina ya no las prestaba atención y se reunieron con Jeongyeon y Dahyun. Mientras tanto, Sana observó disimuladamente la pequeña charla que mantenían Jihyo y Tzuyu, pocas veces había visto a la maknae tan sonriente. La discusión que habían mantenido hacía unos días, ya era agua pasada.
Tenía que averiguar lo que sucedía, pero no podía hacerlo sola, debía pedirle ayuda a alguien.

Ya en casa, Mina se centró en su ordenador y en algún juego de internet. No quería pasar más tiempo con el grupo, sentía que en cualquier momento mataría a la que fuese demasiado cariñosa con Nayeon.

Sana miraba la televisión pero no veía el drama que estaban viendo, ni siquiera se esforzaba por entenderlo, como hacía normalmente. Tenía demasiadas cosas en la cabeza como para concentrarse en algo tan tonto.
Quería descubrir el secreto que guardaban Jihyo y Tzuyu y hacerle ver a Mina que le gustaba Nayeon sin que la primera se enfadase con ella y Momo. Era una suerte tener a Momo junto a ella, sino fuese por su compatriota el plan para el Minayeon iría peor.
¿Y si le contaba sus sospechas sobre la líder y la maknae? ¡Seguro que la ayudaría!
Rápidamente se deshizo de la idea. Momo no era buena guardando secretos. ¿A quién podría recurrir?
– ¿Te ocurre algo? – preguntó la líder.
Ambas estaban sentadas juntas sobre el sofá.
– Sólo...
Jihyo no podía saber nada.
– Es que tengo miedo de que Mina se enfade.
La líder sonrió y rodeó los hombros de Sana con su brazo derecho.
– Tranquila, ella es una persona razonable.
"No como otras" pensó la japonesa al ver la mirada asesina que les lanzaba Tzuyu desde la otra punta del sofá. No la extrañaba nada que Jihyo no se ofreciese a poner celosa a Mina.
– ¡No! – gritó Nayeon de repente asustando a todas.
La miraron para ver qué era lo que pasaba y suspiraron aliviadas. Nayeon estaba llorando por culpa de una escena del drama.

Mina se asomó por la puerta del salón haciendo el menor ruido posible y sonrió al ver a la mayor de todas llorando y sonándose los mocos mientras miraba la pantalla de la televisión y susurraba el nombre del protagonista.
Volvió a cerrar la puerta con disimulo y se dirigió a su habitación. Realmente se había asustado al oír el grito de Nayeon, y por ello había corrido a su rescate sin pensarlo.

Al día siguiente Mina se despertó sin ayuda de nadie, y todo por culpa de la pesadilla que acababa de tener. Había sido horrible.
–¿Estás bien? – preguntó Nayeon desde su cama.
La japonesa se preguntó como se había dado cuenta.
–Estaba escuchando música y te he oído revolverte – explicó la mayor.
Mina se asustó, parecía que le había leído la mente.
–¿Por qué no te has levantado? –preguntó curiosa la menor.
Nayeon esbozó una pequeña sonrisa.
–Queda una hora de tranquilidad y quería aprovecharla, si me levanto probablemente alguien me oirá y se despierte.
–Si quieres me vuelvo a dormir –diijp Mina.
Se sentía culpable por haber interrumpido a Nayeon.
–Hasta que no se te pase la pesadilla no cierres los ojos – le ordenó la mayor.
Mina levantó una ceja extrañada y Nayeon la explicó el porqué.
–Volverías a soñar lo mismo y me asustarías de nuevo.
El corazón de Mina se aceleró sin ningún motivo y recordó el grito de Nayeon y el susto que ella se había llevado por ello.
– Cuéntame que sucedía en la pesadilla– le pidió Nayeon sacándola de sus pensamientos.
–¿Por qué? –preguntó Mina.
–Tengo curiosidad por saber que es capaz de asustarte – contestó Nayeon burlonamente.
Mina se avergonzó y negó con la cabeza.
–Por favor –rogó la mayor.
Mina negó de nuevo pero con algo menos de seguridad.
Nayeon siguió rogando de forma muy insistente hasta que Mina cedió.
– Pues soñé que estábamos las nueve en una habitación gigante de paredes verdes que poco a poco se iba haciendo pequeña, intentábamos salir pero no lo conseguíamos – Nayeon asintió conforme, hasta ahí todo era normal. Mina alcanzó un rojo más intenso cuando siguió relatando su pesadilla –de repente apareció en la sala un bebé gigante que comenzaba a comernos a todas.
Nayeon la miró seriamente durante varios segundos hasta que explotó en una risa escandalosa.
– ¡No te rías! – gritó Mina.
Nayeon intentó contenerse pero le era muy difícil.
Mina cogió su almohada e intentó darle a la mayor con ella, pero se cayó de la cama. Tuvo suerte ya que su cama era la de abajo y no la de arriba.
Todo el ruido que estaban causando despertó a sus compañeras de habitación que las mandaron a dormir bastante malhunoradas. Todavía quedaba una hora de sueño.
– No tengo ganas de dormir – confesó Mina susurrando.
– Yo tampoco – dijo Nayeon – ¿Quieres ver conmigo recopilaciones de momentos divertidos de los idols?
Mina asintió y fue a la cama de la mayor.
Se tumbó junto a ella y tomó un casco.
Se las arregló para enterarse de los momentos divertidos y reirse a la vez que disimuladamente observaba a Nayeon.

Deeply In Love ||Minayeon Y Jitzu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora