Fantasma del ayer » Daryl Dixon y Tú [Terminada]

13 | ass hole

Ciertamente me sorprende hallar inmediatamente a _____ con tan solo salir de la casa, sin embargo me sorprende aún más el que me ignore olímpicamente cuando me siento junto a ella en las escaleras del pórtico de la vivienda.

Me acomodo la ballesta en los hombros para luego posar mis codos sobre mis muslos y fijar mi vista en nuestro entorno, intentando unir las palabras adecuadas para comenzar una conversación que no termine en un conflicto.

—¿Qué haces aquí Daryl? —su voz me llama a mi lado y cuando me giro en su dirección la encuentro observándome sin la más mínima expresión en su rostro, algo bastante inusual en ella. Desvío la mirada encogiéndome de hombros, lidiando conmigo mismo para lograr decir algo coherente y no parecer aún más imbécil—, deberías entrar, después de todo no importa.

Me vuelvo rápidamente hacia ella, creyendo que continuará hablando, pero en su lugar simplemente eleva su mirada al cielo esquivando mi mirada. Y comienzo a preguntarme la real intensión de sus palabras pero aunque lo intente no soy capaz de hallar algo razonable al respecto.

—¿Qué?

La castaña vuelve su atención nuevamente a mí, pero solo se limita a exhalar prolongadamente y sacudir la cabeza antes de hablar.

—Tienes razón, no importa lo que ocurra entre nosotros.

—¿De qué hablas? —le interrogo con rapidez, porque realmente me preocupa qué es lo que comprendió ella al respecto.

—No soy sorda Daryl, y tampoco soy estúpida..., serás uno de los últimos hombres en esta tierra ¿crees que importe si llegas a sentir algo por alguien como yo? Soy débil, y tú lo sabes —baja la mirada conforme continúa hablando, solo que cada vez más bajo—; en el fondo continúo siendo débil.

Francamente no comprendo su punto de vista y aunque me esfuerce en hacerlo no lo logro pues creo, sinceramente, que solo está convenciéndose a ella misma de que no es lo suficiente fuerte como para sobrevivir.

—Sé que en el fondo continúas siendo débil _____, pero todos lo somos, dudo que realmente exista alguien que no lo sea.

Sus ojitos grises me observan con atención y aunque creo que le he hecho recapacitar al verla asentir, me doy cuenta de que no estoy en lo correcto cuando acomoda sus brazos sobre sus muslos y esconde su rostro en ellos.

—Sí, es curioso viniendo de la persona más fuerte que he conocido.

Me palmeo los muslos y suelto un vago suspiro, intentando no desesperarme y simplemente gritarle que deje de ser tan pesimista y estúpida.

—Sí ¿sabes? Tienes razón, estás completamente en lo cierto _____, eres débil, eres la persona más débil que ha pisado la tierra, y además eres estúpida e irracional, creo que te mereces todo por lo que has pasado, uff, sí, claro que te lo mereces, quizás todo hubiera sido mejor si aquella vez en Atlanta en vez de lanzarte la estúpida navaja te la hubiera incrustado en el cráneo a ti y a tu estúpida...

Y es ahí cuando me detengo al sentir como su puño impacta en mi mandíbula, provocando que un agudo dolor invada en mi rostro.

—Oh, increíble —le suelto llevándome la mano a la zona que me ha golpeado—, ¿ves a lo que me refiero?

—Eres un gilipollas de mierda Daryl —espeta tras levantarse de su asiento y comenzar a caminar sobre asfalto de la autopista—, ¿quién te crees que eres?

Me levanto alejándome la mano del rostro y me encojo de hombros alzando las manos.

—¿Quién eres tú?

La castaña frunce el entrecejo y puedo ver como aprieta la mandíbula, sin embargo le interrumpo antes de que comience a soltarme los insultos que de seguro planea decirme y, dando un par de pasos hacia ella le hablo.

—¿En serio no te das cuenta? No eres débil _____, ¿quién te ha dicho eso?

—De hecho tu lo hiciste hace un minuto, imbécil.

Me trago la sonrisa que amenaza con hacerse ver al oírla decirme aquello y en su lugar sacudo la cabeza, negando.

—Vale, que al parecer lo único cierto de ahí es que eres un tanto estúpida; ¿no le pillas?

Su gesto se relaja pero, aún así puedo ver como vuelve a elevar su mano en mi dirección, solo que esta vez extendida, lo que aprovecho y con agilidad detengo su intención juntando nuestra palmas y —aunque jamás creí hacer un idiotez así—; entrelazando nuestros dedos.

_____ forcejea un instante para que le suelte, sin embargo acaba relajándose y permite que deje caer nuestras manos aún unidas.

—Eres un imbécil.

—¿Por qué?¿por creer que eres fuerte o por hacer esto? —le cuestiono elevando nuestras manos aún unidas, obteniendo como respuesta una fugaz sonrisa por su parte, aunque esta desaparece, o al menos sale de mi campo visual, cuando ella baja la mirada, y cómo creo que no hará nada al respecto me sorprende enormemente cuando vuelve a elevar su mirada conforme lleva una de sus manos a mi nuca y me obliga a bajar la mirada con lo que logra unir nuestros labios en un beso que me toma totalmente por sorpresa.

Algunos segundos después _____ separa sus labios de los míos y se vuelve sobre si misma para dar un par de pasos entre la oscuridad, y yo me quedo ahí, de pié como un imbécil esperando que vuelva hacia mí, pero finalmente cuando lo hace y se acerca nuevamente solo se limita a observarme un momento antes de escabullirse entre la oscuridad y desaparecer a través de la puerta de la casa en que decidimos pasar la noche.

Joder.