Fantasma del ayer » Daryl Dixon y Tú [Terminada]

15 | believe

Aprieto la mandíbula con fuerza conforme me llevo la mano hecha puño a la sien y aunque siento que en cualquier momento colapsaré acabo hundido en la resignación y, cogiendo con fuerza la ballesta entre mis manos abandono la casa en un trote bastante rápido, lo suficiente como para llegar en el momento exacto en que _____ se lanza sobre la espalda de uno de los caminantes y le introduce con fuerza la navaja en el cráneo. Las ganas de reprocharle de inmediato por arriesgarse así —pues resultó que el numero de caminantes no había tardado en duplicarse— me invaden con todas sus fuerzas, pero me obligo a mantenerme en casi absoluto silencio mientras intento que ninguno de los dos sea devorado por alguno de los caminantes. Disparo dos de mis flechas y luego alejo a uno de los otros caminantes con un certero empujón que lo lleva a caer él, y uno de sus compañeros más cercanos, al asfalto. Me inclino hacia uno de los ya caídos y tras retirar la flecha del cráneo de éste me acerco con rapidez al siguiente para incrustar la misma flecha en el putrefacto hombre y, tras coger mi cuchillo de mi cinturón, continuar repitiendo aquella acción hasta que finalmente no hubieron caminantes en pie.

Me seco el sudor de la frente con el antebrazo y suelto un bufido, pues antes de poder soltarle tan solo una palabra a _____ esta se echa a correr hacia la casa en que los caminantes azotaban la puerta hace un instante, no obstante, aún así, antes de lograr adentrarse en ella algo se le lanzó encima y, aunque por un momento imaginé que se trataba de un caminante al verla tambalearse, resultó que, para mi sorpresa y alivio fue Carl, quien con el sombrero de sheriff en un mano y su arma en la otra se aferró al cuello de la castaña.

—Enhorabuena —le oigo decir y aunque aún continúo ciertamente molesto por su actuar no puedo evitar sonreír.

Esquivo los caminantes sobre el asfalto hasta quedar a un par de metros de distancia de ambos y, cuando Carl dirige su mirada hacia mí le dedico un asentimiento y éste no tarda en sonreírme, aunque aquel gesto no duró mucho tiempo, pues rápidamente lo borró de su rostro y observó con cierta imprudencia su entorno.

—Necesito ir a por mi papá.

Aprieto los labios con fuerza y observo el lugar durante un instante. Ciertamente había olvidado las palabras de Gabriel diciéndome que había visto a Carl escapar junto a Rick, por lo que ahora el saber que no están juntos provoca en mí el doble de impaciencia y preocupación.

Regreso mi vista hacia enfrente, donde me topo con la preocupada mirada de _____, quien aun junto a Carl aprieta con fuerza la navaja que cuelga de su mano, la que se encuentra cubierta de oscura sangre coagulada de caminante. Presiona sus labios y puedo ver como sacude casi invisiblemente la cabeza, con lo que me da a entender que realmente no sabe que hacer.

***

Según los relatos de Carl la cabaña en que se han estado quedando durante el último par de días estaba a un par de kilómetros del pueblo en el que nosotros habíamos parado para buscar provisiones, sin embargo por más que corriéramos a través del bosque aún no éramos capaces de hallarla.

—La idea era correr un poco y poder despistar a la horda, pero creo que se me salió de las manos —relata con la voz jadeante—, Judith había comenzado a llorar, por eso llegaron y temo que pueda haber ocurrido de nuevo y haya sido en vano.

—Cálmate niño —le suelto y puedo ver como deja caer los hombros, como si mis palabras realmente le hubieran servido y se hubiera calmado, sin embargo tras un par de segundos vuelve a elevarlos, esta vez incluso más tensos.

—Vale —le oigo decir conforme baja la velocidad—, ahí está —deja escapar un suspiro. Sin embargo antes de que nos adentremos a la cabaña se detiene y planta su vista en mí—, estaban todos dormidos cuando me fui asique quizás esté un poco enfadado o preocupado o quién sabe qué —desvía su vista a la castaña y le dedica una sonrisa antes de girar sobre si mismo, aunque antes de lograr abrir la puerta Rick lo hace y tras salir del interior lo abraza con fuerza—. Lo siento papá..., había una horda, quería alejarla.