Partieron con el alba, las ruedas de madera de las carretas crujían bajo sus pies. Un largo camino, pero Alison pensó que sería mejor recorrerlo con sus compañeros que con los reyes de antaño y el rey Caspian. Aveces podía sentir los ojos de Caspian sobre ellos. Podía presentir el miedo disfrazado de orgullo en su mirada.
—Y a todo esto... ¿Cómo se llaman?—preguntó Logan, quien le tocó irse con ellos en la carreta.
Al principio les costó trabajo el tomar confianza con el muchacho, por lo que habían oído de que él, también era heredero de sangre al trono, a juzgar por lo que decía Caspian sobre él. Comenzaron con palabras cortas y en tono bajo, pero el chico Telmarino no hacía más que hablar entusiasmado con ellos, era tanta su jovialidad que terminó contagiando a los chicos, al poco tiempo ya estaban envueltos en una extraordinaria conversación en donde él narraba sus viajes y ellos sus vidas en Inglaterra.
Fue entonces en medio de risas con él que comprendieron que Caspian se equivocaba, tal vez el padre de Logan, Miraz, podía haber sido el mismo diablo pero Logan no había heredado ni una pizca de aquella maldad.
Mientras tanto en la carreta de los reyes. Un nuevo mundo se alzaba ante ellos.
—Debemos de viajar lo más que podamos por el día—habló Caspian enfocado en Susan.
—¿Porqué?. Ganamos más tiempo si nos movemos de noche—dijo a la defensiva Peter.
—Es zona de brujas—se limitó a decir Caspian, sus palabras se escuchaban como prohibidas, como si sospechara que los estaban espiando.
Edmund quien estaba perdido entre los tonos del otoño y del invierno que le ofrecía la vista de la ventanilla, de inmediato giró su atención a Caspian, tan pronto y escuchó la palabra brujas.
—¿Brujas?. ¿Cómo Jadis?—preguntó el joven rey.
—Así es. Con menos poder pero si, creemos están del lado de Astan, profesan su fe—explicó Caspian.
—Hacen...—Lucy preguntó lo peor que se imaginó—. ¿Sacrificios?.
Caspian asintió. Los ojos de los Pevensie se llenaron de horror.
La mente de Edmund era la que tenía una imagen fresca y la más real de lo que hacían. Él había vivido en las penumbras por un tiempo. Durante su primera vista, cuando el joven rey era tan sólo un niño raptado por Jadis. Días en los que sus ojos contemplarían cosas que jamás su mente olvidaría.
El miedo aún rondaba por su mente y alma. Recordó cuando Jadis le habló en el bosque, aquella noche le advirtió que regresaría. Que regresaría para acabar con él.
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